Redacción de RiojaLibre
Promediando el mes de Noviembre del año 2016, la joven sanjuanina María Emilia Alarcón denunció a José Siman Braim de haberla abusado y violado a la salida de un Boliche. Siman aceptó haber estado con la denunciante, e incluso mantener una previa sexual que fue interrumpida por el ingreso de la hermana de la denunciante a la habitación (se metió en la cama junto a Emilia y José), pero negó rotundamente la acusación de violación: «nunca estuve con una persona sin su consentimiento», declaró.
Los actos mantenidos en esa previa Sexual son los que dejaron el ADN de Siman en Alarcon, pero que -como profundizaremos más adelante- no confirman penetración. Por su parte, Siman denunció a la supuesta víctima por extorsión económica.
La presión social y la condena social desde las redes sociales fue lapidaria para Siman, pero ya pasaron dos años y medio, y la Justicia determina que el hecho NO está probado. En su momento, Siman fue procesado por el Juez Barría, pero hace algunas semanas la Jueza Edith Aguero -integrante de la Cámara del Crimen- anuló el procesamiento, y reenvió el expediente al juez Barria para que valore pruebas no valoradas oportunamente, volviendo a la etapa de Instrucción.
Más allá de la sensación de culpabilidad que haya quedado en las ‘redes sociales’, y de la que increíblemente algunos diarios se hacen eco; lo que importa es el fallo de la Justicia, que -insistimos- no encuentra ‘hecho probado’ en la denunciad e violación presentada por la joven sanjuanina.
Vale recordar un escrito que difundió el abogado Nicolás Azcurra, en el que se sintetiza los detalles del caso: «en el video no ví un acto espontaneo de la supuesta víctima sino más bien un acto armado, con un fin determinado y solo se trataba de una persona enojada, más que recientemente abusada. No hay pruebas que acrediten el hecho que se investiga, no hay signos de violencia, ni resistencia a ningún ataque. En la pericia de hisopado vaginal, no hay semen, el examen de ADN, no obstante resultar positivo resulta adverso a la querella, porque con ello no se puede acreditar la existencia del delito. Dicha prueba de ADN fue incorporada a la causa, realizándose luego numerosos actos procesales. Por ello resulta falaz y malicioso reeditar mediáticamente este hecho con esta prueba con la intención de presionar al Juez solicitando la detención del denunciado- Como todo sabemos el ADN no es indicativo de abuso alguno, y resulta coherente con los dichos del denunciado en su declaración indagatoria, donde se habla de actos sexuales mutuos consentidos, con lo cual el ADN siempre será encontrado».
Los jueces a cargo de la causa se ajustaron al derecho tal como se puede comprobar en las actuaciones judiciales, donde se han realizado todas las medidas de prueba tendientes a la averiguación de la verdad real de los hechos.
El show mediático que ha promovido la querella, tiene como objetivo presionar a la justicia, ante la orfandad probatoria y la acusan de parcialidad, o ineficiencia, cuando en este caso, se han tomado los recaudos legales para obtener toda la prueba, seleccionado los mejores centros para la realización de las pericias pedidas por la querella. Si el juez, como dice la querella quiere favorecer al imputado, hubiera adoptado otras medidas. Lejos se está entonces de poder sostener una acusación tan liviana contra el juez.