Testigos relataron lo sucedido durante la tarde de este jueves en el Parque Municipal “Arturo Marasso” cuando vieron cómo se desplomaba el funicular.
Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas ya que «el aparato estaba bajaba sin gente», explicó otro de los testigos.
Afirman que ocurrió pasadas las 19 cuando de repente “escuchamos un fuerte estruendo, como si fuera un camión cargado con materiales. Fue terrible, se terror. Aparentemente se cortaron los cables”.
Luego de enterarse por los medios de comunicación, bomberos voluntarios asistió al lugar.
La violación de las Instituciones
Una vez inaugurado, jamás hasta la fecha el municipio otorgó la habilitación correspondiente, como tampoco se opuso a que el transporte que lleva a los visitantes del Cristo a su base, se pusiera en marcha hasta tanto no posea una habilitación, previo control del mismo. La explotación del mismo está a cargo del sobrino del gobernador, Raúl Moreno.
El funicular opera diariamente llevando pasajeros hasta la base del Cristo, a un costo por adulto de $10. El mismo no tenía mantenimiento y se presume que esa sería la principal causa de la falla.
Tiene un seguro de vida que cubre hasta 2 millones de pesos y es abonado mensualmente por el municipio local.
El funicular jamás tuvo aprobación institucional para su construcción, ni del Concejo Deliberante ni del Ejecutivo local. Pero nadie se opuso a su funcionamiento, debido a que oponerse significaba enfrentar una decisión del gobernador.
Este tipo de situaciones se asemejan a las obras de cloacas de Los Sarmientos, de La Puntilla, la obra completa del Cristo del Portezuelo y a cuanta obra pública ejecuta cualquier dirigente político avalado por el gobernador. Las mismas evaden controles y las burocracias que obligan las instituciones.
Chilecito no lamentó la pérdida de una vida, pero no porque las autoridades lo evitaron, sino porque la mano de Dios no lo permitió.