Redacción de RiojaLibre
Los Intendentes de Los Llanos definen a Carlos Romero como el ‘cerebro’ del espacio que logró la Unidad de todos los Jefes Comunales de la Región. Conocedor como pocos de la política riojana, Romero supo erigirse con un líder incuestionable de Los Llanos. Puertas adentro del Departamento, su conducción no sufre cuestionamiento alguno, por lo que nadie duda de su continuidad como Intendente hasta 2023.
Tiene el consenso político de la dirigencia (no solo Departamental sino también Regional y Provincial) y la legitimidad del Pueblo: es un hecho que Romero logrará la reelección. Sin embargo, a la hora de definir la banca de Diputado Provincial que se pone en juego, la disputa se pone más atrapante e incierta.
El hoy Diputado Juan Urbano rompió relaciones con el Intendente luego de que el Jefe Comunal ‘desplazara’ a su hermana de la Secretaría de Desarrollo Social en el Municipio. Urbano imaginó que ‘muchos municipales’ lo seguirían tras la ruptura, pero no fue así: el grueso de la dirigencia que lo acompañó hasta 2015, hoy le responde a Romero.
Esto plantea un problema para Urbano a la hora de pensar en su continuidad en la Legislatura: enfrentar al Intendente en una elección donde la Boleta de Intendente va pegada a la Diputado, le significaría quedarse con las manos vacías. Quienes conocen a Urbano aseguran que ‘aparenta estar enojadísimo, disputarle la intendencia a Romero, para a último momento ir a negociar ser su Diputado y que siga todo como está’.
Romero cuenta con candidatos propios (Nicolasa ‘Niña’ Martínez, segunda de Juan Luna en Educación) para la Diputación y eso ‘altera’ los planes de Urbano. Por otra parte habrá que ver qué postura asume el ex Ministro de Educación Walter Flores, que obtuvo 1.200 votos en 2015, perdiendo por 600 contra Romero y Urbano juntos. Un posible acuerdo de Romero con Flores dejaría a Urbano en el ostracismo político.