Redacción de RiojaLibre
Desde el Lunes, la euforia por la victoria del #27O irá desapareciendo progresivamente, y se acercará el momento de la verdad, cuando Ricardo Quintela asuma la Gobernación y cumpla su sueño de conducir los destinos de la Provincia.
Los despidos, aumentos de nafta y productos alimenticios, tarifazos, etc., se intensificarán en los próximos 40 días. Es que pasada la elección, el ‘congelamiento de precios’ que impuso Macri llega a su fin; y los ciudadanos no solo deberán soportar los aumentos correspondientes a este mes, sino a los de Agosto, Septiembre y Octubre.
Macri deja un país devastado, al borde de la hiperinflación y con una terrible crisis económica y social. El 10 de Diciembre, cuando Alberto Fernández y Ricardo Quintela asuman la Presidencia y Gobernación, respectivamente, esa tremenda crisis no se solucionará por arte de magia. Fernández viene advirtiendo desde hace tiempo que ‘llevará varios meses reconstruir el País’.
Consecuentemente, el contexto nacional en el que Quintela asume la Gobernación lejos está de ser el soñado. Por el contrario, deberá enfrentar una primer etapa con ‘Nación acomodándose’ y enviando los fondos y recursos justos y necesarios.
Las CGTs riojanas (Oficial y San Martín) ya piden un Bono de Fin de año; Reynoso (San Martínez) amplía el reclamo y pide un blanqueamiento parcial de la Quincenita. Son solo algunos de los innumerables reclamos que tendrá el Gobernador electo apenas asuma su cargo.
El Gobernador saliente, Sergio Casas, tuvo una gran ventaja para enfrentar políticamente la crisis financiera: ‘es culpa de Nación’. Ante cada mala noticia para el Ciudadano riojano, el Gobierno Provincial ponía todo su aparato de comunicación a disposición para demostrar que era ‘responsabilidad del Gobierno Nacional’.
Esa ventaja desaparece para Quintela: no podrá echarle la culpa a Nación, no podrá echarle la culpa a su ‘amigo’ Alberto Fernández. Es un hecho que habrá ‘malas noticias’, pero Provincia no podrá responsabilizar a Nación.
El otro argumento político que surge es la ‘Herencia’: es culpa del que estuvo antes. Tiene sentido común desde lo pragmático (la crisis es responsabilidad de Macri), pero carece de validez desde lo político. Macri utilizó el término ‘pesada herencia’ hasta el hartazgo, y lo anuló para la posteridad inmediata. A sabiendas de eso, Alberto incluyó como una de sus promesas de campaña ‘no echarle la culpa a los que están ahora’.
En La Rioja, Quintela no podrá echarle la culpa a su antecesor, ya que Sergio Casas fue quien -contra todos los pronósticos- lo consagró como candidato a la Gobernación.
No es fácil el inicio de Gobierno para Ricardo Quintela: asume en un País y en una Provincia sumida en crisis financiera, donde abunda la pobreza y el malestar social. No contará con los recursos suficientes para paliar la crisis, y no le será sencillo deslindar responsabilidades, por los compromisos políticos que le permitieron acceder a la Gobernación.
El único dato esperanzador es su estirpe de conductor: Quintela ya sabe lo que es conducir un Municipio con circunstancias adversas, lo hizo durante 12 años.
Mientras en la ‘gilada política y mediática’ nos entretenemos con el armado del Gabinete, al Gobernador electo lo desvela la Gestión: ¿Cómo hacer para conducir la Provincia, cómo hacer para ayudar a las clases más vulneradas?. El Gitano sabe que ahí está el éxito o fracaso de su Gestión, no en la elección de un funcionario. «Lo único importante es que la gente esté bien, hay que ayudar a la gente», repite sin cesar Quintela.
En esa sintonía, el Gobernador electo comenzó a visitar a sus antecesores para ‘escuchar’ y ‘recibir’ consejos de gestión. Lo hizo hace unas horas con Pocho Arnaudo (foto) y lo hará en los próximos días con Angel Maza. Con Casas lo hace todos los días. Falta un ex Gobernador… ¿Llegará el encuentro Quintela-Beder?