Nuestra Provincia tiene disponibles alrededor de 70 respiradores, y –por la situación que se vive- es cuasi imposible adquirir más respiradores mientras dure la Pandemia. Teniendo en cuenta ese dato, la cifra clave para La Rioja es 70: debemos evitar, por todos los medios, tener más de setenta pacientes de gravedad (que requieran respirador) al mismo tiempo. Si no lo logramos, se dirá –con buen tino- que el Coronavirus sobrepasó el sistema sanitario riojano.
Es por ello que el número vital para el Gobierno riojano no es la ‘totalidad de casos’ de Coronavirus que tenga nuestra Provincia al terminar la Pandemia, sino en qué lapso de tiempo los padecimos. A partir de ese punto clave (tiempo) sabremos si pudimos – o no- ‘atender’ a los infectados.
Es decir, conviene tener muchísimos casos en mucho tiempo, y no muchos casos en poco tiempo. A decir verdad, lo más conveniente sería tener la menor cantidad de casos (solo los ocho confirmados hasta el momento), pero la realidad indica que el Coronavirus es una pandemia que no se puede evitar. Consecuentemente, nos referimos al ‘menor de los males’.
La cifra clave para La Rioja es 70: debemos evitar, por todos los medios, tener más de setenta pacientes de gravedad (que requieran respirador) al mismo tiempo.
Imaginemos dos escenarios:
• El primero con una continuidad en la aparición de casos positivos, pero constante y sin dispararse exponencialmente. Una curva lenta con no más de 7 casos positivos por día, que con el correr de los meses, podría hacer un total de 1.500 o 2.000 casos cuando se supere la Pandemia.
• El segundo escenario, con un brote muy fuerte de 200 casos positivos en apenas dos días; y luego la curva descienda abruptamente, y al terminar la crisis se registren 500 casos en La Rioja.
¿Qué le conviene más a La Rioja, tener 2.000 o 500 casos? Siempre teniendo en cuenta estos dos escenarios planteados, nos convendría la primera opción, aunque el número final sea más alto. En ese primer escenario, al tener pocos casos nuevos por día, no se habrían ocupado nunca los 70 respiradores al mismo tiempo, por lo que el sistema de salud riojano habría contenido a los 2.000 infectados.
En cambio, en el segundo escenario, al tener 200 casos en solo dos días, y disponer de solo 70 respiradores en toda la Provincia, 130 riojanos habrían quedado sin atención, ‘abandonados’ por el sistema sanitario provincial.
El riojano debe saber que lo realmente vital no es la cantidad de casos, sino el lapso de tiempo en el que se dan
Vale aclarar que se tratan de dos escenarios irreales (el segundo sobre todo, ya que si hay un brote de 200 casos en dos días, luego la curva no descendería de ninguna manera), pero que sirven para explicar claramente la importancia de ralentizar la ‘curva’ de infectados. El riojano debe saber que lo realmente vital no es la cantidad de casos, sino el lapso de tiempo en el que se dan: no es lo mismo tener 14 casos en una semana con seis días en 0 y el último con 14, que tener 14 casos pero con dos por día. El segundo escenario es el preferible, en el que se puede atender con mayor calidad a los infectados.
Quintela, un paso adelante
Solo a partir de entender lo transcendental que resulta ralentizar la curva de infectados, se podrá valorar las atinadas decisiones del Gobierno Provincial, que siempre fueron un paso adelante del Gobierno Nacional, y varios miles de kilómetros adelante con respecto a otros países donde la situación es grave (EEUU, Italia, España, etc.).
El primer caso positivo de Coronavirus en el País se dio el 3 de Marzo, diez días después se decretó la Cuarentena Obligatoria. En La Rioja el 10 de Marzo, el Gobierno Provincial anunció medidas de prevención, entre las que se destacaron la suspensión por 30 días de espectáculos, actos públicos y privados, de entretenimiento y religiosos (Incluyendo la tradicional visita al señor de la Peña) y la licencia extraordinaria a personal mayor de 65 años de la Administración Pública Provincia. 19 días después, la Provincia tuvo su primer caso. Es decir, en Nación tardamos 10 días entre el primer caso positivo y la Cuarentena; en La Rioja corrimos con 19 días de ventaja, desde la Prevención hasta que se dio el primer caso positivo.
El Sábado 14 de Marzo (a 15 días del primer caso positivo de Coronavirus en La Rioja), el Gobernador anunció la suspensión de clases y la licencia para todos los empleados públicos de la Provincia. El 15 de Marzo Alberto Fernández –con más de 40 casos confirmados en el País- dispuso la suspensión de clases en todo el País.
El Lunes 16 de Marzo (13 días antes del primer caso de Coronavirus en la Provincia), el Gobierno Provincial dispuso nuevas medidas: controles policiales estrictos para limitar el tránsito, sobre todo en los límites provinciales, y medidas de prevención para Comercios. Tres días después –con más de 100 casos de Coronavirus en el País- el presidente de la Nación decretó la Cuarentena Obligatoria.
En todas las decisiones, el Gobernador riojano se adelantó a lo que sucedió luego a nivel Nacional. Donó el sueldo apenas comenzó la Emergencia Sanitaria creando un Fondo Solidario, dispuso un paquete de medidas económicas en beneficio de trabajadores formales e informales, y el Viernes –luego del caos en los Bancos de todo el País- anunció la descentralización en cinco sedes del Banco Rioja. Por cada una de esas medidas, La Rioja fue tomada como un ‘ejemplo a imitar’ por el resto de las Provincias, ya sea en medios de comunicación nacionales o en un reconocimiento de la mismísima OMS.
Ahora, el Gobernador riojano dispuso –por Decreto- la utilización obligatoria de Barbijo y la restricción –por terminación de DNI- en la atención de Super e Hipermercados.
Se dice en la Política que al Estadista lo distingue la capacidad que ostenta para ‘saber adelantarse a la realidad, anticiparse a los hechos’. Si bien nadie puede escaparse del Coronavirus, hay que decir que Ricardo Quintela ha logrado ralentizar al máximo el inicio del contagio en La Rioja.
El gran peligro para una Provincia chica como la nuestra era tener un pico de contagio inicial –sin medidas de prevención- que haga imposible controlar el alcance de expansión; como sucedió y sucede en Chaco.
El Gobierno Provincial logró, con aquellas medidas anunciadas el 10 de Marzo (que incluyeron un seguimiento personalizado de cada riojano que volvió a la Provincia desde el extranjero) ‘tener el control’ de la situación. A casi un mes de esa fecha, la situación sigue controlada. En nuestra Provincia se ha hecho –y se está haciendo- todo bien para que el contagio no se ‘desmadre’.
Los resultados están a la vista: se ralentizó lo máximo posible el primer caso positivo, siendo este 19 días después de las medidas de prevención tomadas por el Gobierno local, y 26 días después del primer caso en el País; La Rioja fue la Provincia Número 22 en la que se registraron casos positivos de COVID-19.
Por otra parte, de los ochos casos confirmados se tiene identificada la ruta de contagio. Seis son de estrecho directo con el primer caso, y el restante es importado de Córdoba. Hasta ahora ‘la Curva’ es muy lenta: 1 caso el 29 de Marzo, cero casos los tres días siguientes, tres casos el 2 de abril, dos casos el 3 de abril, cero casos el 4 de abril y 2 casos el cinco de abril. El Domingo a última hora dieron NEGATIVO 14 muestras que se analizaron.
Más allá de estos datos esperanzadores, la peligrosidad de una Pandemia sin precedentes nos obliga a ser pacientes y ‘no cantar victoria’, a esperar en nuestras casas –cumpliendo las disposiciones del Gobierno- para que el COVID-19 no desborde nuestro sistema sanitario.
Lo que viene
En el afán de graduarse de Estadista a solo cuatro meses de haber asumido la Gobernación, Ricardo Quintela se sigue anticipando a los hechos. Aunque aún no hay fecha concreta de cuándo se levantará la Cuarentena Obligatoria (todo indica que Alberto Fernández la extenderá con algunas excepciones), el Gobernador les pidió con carácter de ‘urgente’ un Plan de Emergencia a cada uno de sus Ministros, para diagramar una salida gradual en cada área.
Este Plan de Emergencia que debe elaborar cada Ministro incluye un Proyecto para recuperar el tiempo perdido en cada área, con el fin de normalizar lo más rápido posible las finanzas de la Provincia, y –sobre todo- de la gente.
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