Incluso, el informe del organismo internacional revela que la tasa de mortalidad infantil en La Rioja supera ampliamente a la media nacional de 2011 ya que en el país dicha tasa fue de 11,7. Es decir, casi cinco puntos menos que el registro provincial.
De acuerdo al informe de UNICEF, los mayores niveles de mortalidad infantil se registran en las provincias del Noroeste y Noreste del país.
Así, detrás de Formosa (21,2) y La Rioja (16,5) se ubican las provincias de Corrientes (15,7), Tucumán (14,1), Catamarca (14) y Salta (14).
A este grupo le siguen Misiones (13,7), Jujuy (12,9), San Luis (12,3), Provincia de Buenos Aires (11,8), Santiago del Estero (11,7), Chaco (11,4), Entre Ríos (11), Santa Fe (10,8), La Pampa (10,4), Córdoba (10,3), Chubut (10,2), San Juan (9,9) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (8,8).
En tanto, las provincias que más bajas tasas de mortalidad infantil tienen son Neuquén (7,5) y Tierra del Fuego (7,1).
Para los especialistas la situación del país podría mejorar si disminuyera la disparidad en el riesgo de morir para los niños menores de un año que viven en las distintas provincias argentinas. Por ejemplo, mientras en La Rioja mueren 16,5 niños menores de un año cada 1.000 nacidos vivos, en la provincia de Buenos Aires mueren 11,8 niños y en Tierra del Fuego 7,1 niños.
Según estas cifras, esa disparidad queda reflejada en el caso de La Rioja y Tierra del Fuego ya que nuestra provincia presenta valores de hasta casi 2,5 veces más elevados que los de la provincia más austral del país.
La mortalidad infantil es el indicador demográfico que señala el número de defunciones de niños en una población por cada mil nacidos vivos registrados durante el primer año de su vida.
Se trata de un indicador relacionado directamente con los niveles de pobreza y de calidad de la sanidad gratuita (a mayor pobreza o menor calidad sanitaria, mayor índice de mortalidad infantil).
Precisamente, reducir la mortalidad infantil en el mundo es uno de los 8 Objetivos del Milenio establecidos por las Naciones Unidas.