Pese al intenso frío, las clases son normales según confirmó la vicedirectora de la escuela Nicolás Dávila, Patricia Gasparovich. Sin embargo, la situación gira en torno a la instalación eléctrica, ya que aunque dispongan de estufas y cuenten con la promesa de los funcionarios de Educación de enviar más equipos, no los pueden utilizar.
“Nos manejamos con estufas alógenas y caloventores pero como la escuela tiene una construcción muy antigua, las aulas son muy amplias y los techos altos, la calefacción siempre es poca”, insistió la docente.
El problema: La instalación eléctrica insuficiente.
Por ello “para que no se sature la instalación, juntamos los grados paralelos. Tenemos tres grados en uno solo y ahí están los docentes dando clases normales a todos los alumnos”; remarcó.