Redacción de RiojaLibre
Baches por doquier, calles oscuras, y basura desparramada. Ese es el triste escenario que se repite en todos los Barrios de la Ciudad de La Rioja. Tres años de un Municipio totalmente ausente impactan directamente en la vida cotidiana de los vecinos.
Con las altas temperaturas encima, y la inminencia del verano, aumenta la preocupapación por la falta de un ambiente sano, libre y equilibrado y para conservar la salud pública. Es que la ciudad es un foco infeccioso, ya que en todos los rincones se puede encontrar basura acumulada.
Quizás el motivo haya que encontrarlo en el permanente conflicto que tiene la Intendenta con los trabajadores de Higiene Urbana (recolección de residuos), con promesas incumplidas por parte de Inés Brizuela y Doria que provocan Paros por parte de los trabajadores.
Lo cierto es que la Ciudad está repleta de microbasurales, y muchas veces los vecinos creen encontrar la solución deshaciéndose de los residuos a través del fuego. Pero ello trae como consecuencia la contaminación del aire y ese polvo lo levanta el viento transportando microrganismos, además de la contaminación del ambiente que también afecta a las personas con problemas respiratorios.
Vale agregar que en varias ocasiones dicho incendio se sale de control, poniendo en riesgo a viviendas vecinas. La semana pasada, llegamos a tener en La Rioja 7 incendios en un mismo día.
Por otra parte, la basura que abunda en terrenos baldíos se generan focos infecciosos, con el peligro latente de que aparezcan vectores como roedores, las moscas, cucarachas. Y ni hablar de la peligrosidad de que estos microbasurales se transformen en criaderos de Dengue, que hacen recordar la fatídica temorada del 2020, con más de 10 mil casos de Dengue en la Ciudad.
Otra vez estamos ante un Municipio ausente, que tiene la obligación de mantener la ciudad y el ambiente en condiciones, y no lo está haciendo.