Redacción de RiojaLibre
Más allá del ocurrente paralelismo que se puede hacer con el desenlace de un ser humano, se trata de una fuerte decisión política del Gobernador. Luis Beder Herrera le dijo ‘basta’ a la soberbia, intolerancia y egoísmo que caracterizaba a este espacio. Con ello, el líder natural del bederismo les propinó un duro y certero golpe a los dirigentes que fogoneaban esta iniciativa.
Como figuras políticas, las aspiraciones electorales de Néstor Bosetti y Tere Madera recibieron un cachetazo que los hará retroceder varias posiciones. Por su parte, el operador de la Mesa –Oscar Chamía- es quien más descrédito padece con esta definición de Beder Herrera.
Aunque se trata de una importante decisión del Gobernador, todavía quedan por definir varias cosas. Lo más importante es dilucidar si el fin de la Mesa significa el fin de la División del Peronismo. La Mesa Provincial fue la principal traba en el deseo de unidad que existía entre varios sectores del Quintelismo y Bederismo.
No sería erróneo afirmar que el ‘Doctor’ tomo esta decisión porque vio que ‘Bosetti, Madera y cia’ estaban alejando al Gitano, empujándolo a cerrar un acuerdo con
Julio Martínez y su Fuerza Cívica Riojana. La foto que difundió RiojaLibre del encuentro entre Armando Molina e Ismael Bordagaray prendió las alarmas y comenzaron a sonar las sirenas en la cabeza del Gobernador.
Totalmente debilitado, seguramente el Ministro de Infraestructura intentará ‘vender’ un acuerdo con Paredes Urquiza, con quien perdió apabullantemente el año pasado y a quien no se ha cansado de defenestrar desde sus medios. RiojaLibre consultó fuentes 100% fiables dentro de ese sector y nos aseguraron que “no hay ningún acuerdo político, solo almuerzos institucionales”.
El Secretario General de Gobierno tiene una ventaja crucial con respecto a todos sus ‘compañeros’ de Gabinete: es el único que tiene totalmente claro qué quiere en el 2015. Paredes Urquiza luchará por ser el Intendente capitalino, pase lo que pase, haya unidad o no; el resto de los funcionarios está esperando definiciones para ver ‘donde pueden caer parados’. En ese contexto, no sorprendería que Paredes acepte el principio de paz que ofrece el debilitado Bosetti, todo lo que sume para ser Intendente lo tomará. Sin embargo, él más que nadie sabe que el principal aval que debe conseguir para concretar su aspiración es el del actual Intendente.
Ayer, murió la Mesa Provincial. Se renuevan las esperanzas de Unidad en el Peronismo. ¿Se dará? ¿O será demasiado tarde? En el nivel de paciencia de Ricardo Quintela está la respuesta.