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Argentina se consolida como País Olivícola

El Diario La Nación publicó una nota impulsando el mercado olivícola. «La Argentina es el principal productor y exportador del continente y se encuentra entre los primeros diez lugares como productor y exportador mundial de aceitunas de mesa y aceite de oliva La Argentina es el principal productor y exportador del continente y se encuentra entre los primeros diez lugares como productor y exportador mundial de aceitunas de mesa y aceite de oliva», asegura la nota.

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La nota completa de La Nación:

Olivicultura argentina. Un sector que se prepara para conquistar nuevos mercados

Con apoyo estatal, las empresas productoras buscan expandirse para afianzar el récord de exportaciones de 2017, que superó los 200 millones de dólares; las estrategias previstas

La Argentina es el principal productor y exportador del continente y se encuentra entre los primeros diez lugares como productor y exportador mundial de aceitunas de mesa y aceite de oliva La Argentina es el principal productor y exportador del continente y se encuentra entre los primeros diez lugares como productor y exportador mundial de aceitunas de mesa y aceite de oliva.

El aceite de oliva, las diversas variedades de aceitunas y otros subproductos obtenidos del árbol del olivo, que se produce principalmente en La Rioja, Catamarca, San Juan, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires, posicionan a la Argentina en un destacado lugar del ranking de exportadores: primero en América y entre el quinto y el sexto puesto en el mundo. Treinta mercados configuran hoy su destino, pero la apuesta es ir por más, con emprendimientos que permitan ampliar su «penetración internacional».

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«Nuestro principal objetivo es potenciar la marca Olivicultura Argentina y seguir dando a conocer al mundo la calidad de nuestra producción. Por eso, desde el Ministerio de Agroindustria se ha creado la mesa de competitividad de la cadena del olivo, con la participación de los gobiernos provinciales, instituciones y organismos privados», destacó el titular de la cartera, Luis Miguel Etchevehere.

El funcionario fue el encargado de inaugurar el Seminario Internacional del Sector Olivícola en el Continente Americano, realizado en el marco de dos jornadas de debate, rondas de negocios y visitas a zonas productoras locales, organizadas por la Argentina, como nación que preside este año el Consejo Oleícola Internacional (COI). El organismo global cuenta con catorce países miembros, que en su totalidad participaron de estas actividades (junto a otros nueve observadores).

«Queremos construir una red que dé mayor impulso y posicione a la aceituna y al aceite de oliva en el exterior, pues es una fuente genuina de empleo y divisas; en 2017 se exportaron productos olivícolas con un récord en ventas de más de 220 millones de dólares», subrayó el ministro, quien estuvo acompañado por el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina, Horacio Reyser; el presidente de la Federación Olivícola Argentina (FOA) Julián Clusellas, y el director ejecutivo del COI, Abdellatif Ghedira, entre otros funcionarios, técnicos y empresarios.

Planes de acción
Etchevehere consideró que se abre «un nuevo escenario sociopolítico, en el cual es necesario posicionar estos productos con políticas activas y ámbitos de debate en los que participen el sector público y el privado en una mesa permanente, para mejorar infraestructuras y logísticas», entre otros aspectos. «Tenemos una gran diversidad de aromas y sabores, según las particularidades de los distintos terruños, y se trabaja también sobre esto», afirmó.

En esa línea, Mercedes Nimo, directora de Alimentos y Bebidas de la cartera de Agroindustria, enumeró una serie de mejoras que se proyectan para aplicar a «una cadena que genera mucho empleo y desarrollo regional». Aludió a los intercambios técnicos con el COI, para contar con paneles de cata y ampliar la red de laboratorios: «Los que tenemos son reconocidos en los países a los que exportamos y necesitamos tener uno en cada región productora», señaló.

También mencionó que se está expandiendo la producción de aceite de oliva «en zonas frías del país, para sumar a las tradicionales que nos ha lanzado al mundo», y remarcó la intención de «diversificar nuestros destinos (con estos productos, entre los que hoy sobresalen Brasil, Estados Unidos y España)».

Entre otras acciones, ensalzó la promoción del sello «Alimentos argentinos-Una elección natural», el cual se otorga, a partir de protocolos de calidad, a diversos productos de origen nacional. «Un aceite de oliva ya lo tiene (de la marca Yancanelo) y se espera que habrá también para aceitunas», aventuró Nimo.

Calidad reconocida
Con 30.000 hectáreas plantadas, La Rioja es la primera productora de aceitunas de mesa del país Con 30.000 hectáreas plantadas, La Rioja es la primera productora de aceitunas de mesa del país Crédito: Shutterstock
Entre los oradores, el secretario Reyser se refirió a las expectativas del país «de posicionarse como uno de los nuevos actores de la olivicultura mundial fuera de la cuenca del Mediterráneo», por lo cual se promueve el desarrollo del sector, con más tecnología y capacitación.

Si bien sostuvo que los «estándares de calidad del aceite argentino son reconocidos mundialmente», planteó la necesidad de «fortalecer el multilateralismo con menos barreras, así como crear consensos globales para favorecer los intercambios comerciales y hacer realidad el olivo como herramienta para contribuir al desarrollo sostenible».

El funcionario del Palacio San Martín -donde se realizaron las jornadas- dijo que el sector pasa por un «momento favorable» en el mundo, por cuanto la actual campaña 2017/18 «proyecta un 25 por ciento superior al ciclo anterior, con un 8 por ciento más de consumo interno y un 26 por ciento de crecimiento en las exportaciones».

Además de proponerse seducir nuevos mercados, la ingeniera Nimo apuntó que en la Argentina también se tiene en cuenta la demanda interna, donde se manifiesta «una tendencia en el consumo de la gente hacia una alimentación más saludable», en la que este aceite es tenido en cuenta.

Desarrollo en América
La producción que deriva del cultivo del olivo «crece constantemente con productores en los cuatro continentes, del mismo modo que crece el consumo», graficó el ingeniero agrónomo español Jaime Lillo, representante del COI, durante esta 107ª sesión en Buenos Aires, en la que expusieron su situación representantes de países americanos.

Brasil, por ejemplo, prevé producir este año 200.000 litros de aceite de oliva (más del doble de 2017, cuando alcanzó los 97.000). Así lo expuso Fabio Florencio Fernandes, directivo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de ese país, quien precisó que Rio Grande do Sul es una de las regiones brasileñas de mayor actividad.

Fernandes puso énfasis en las inversiones y normas de control de calidad que instrumentan los brasileños para consolidar sus exportaciones, reconoció que aún les falta mejorar la capacitación, especialmente en lo relacionado con la perspectiva sensorial, y puntualizó que no tienen gran producción de aceitunas, como tampoco tiene Chile.

Javiera Pefaur Lepe, del Ministerio de Agricultura de Chile, reveló que su país tuvo «un fuerte desarrollo en los últimos veinte años, con 20.000 toneladas de aceite producidas en 2017, de las cuales se exportaron 14.000, principalmente a Brasil y a Estados Unidos, mientras que también el consumo anual per cápita va en alza».

Un caso especial es el de Estados Unidos, donde la producción de este aceite encara «nuevos desarrollos, aunque enfrenta la complejidad de tener una sociedad conformada por variados grupos étnicos con hábitos muy diferentes, acostumbrados a consumir otros aceites, como el de coco y palma», describió el expositor Dorian LaFond, del Departamento de Agricultura norteamericano.

Producción sustentable
En este encuentro del COI, el ingeniero Lillo remarcó el compromiso del sector con el medioambiente a través de «programas que abarcan toda la cadena de valor. Se trabaja de manera de garantizar a los agricultores que el material sea genuino y eficiente y que los recursos genéticos tengan un buen inicio para responder a desafíos futuros, como es la salud vegetal, con el objetivo de contar con buenas producciones», acentuó el experto.

Al respecto, informó que el COI hace «seguimientos y evaluaciones» de los problemas ocasionados por bacterias, entre las que sobresale la Xylella fastidiosa, que ataca al olivo, y también a los impactos provocados por el cambio climático.

Otro directivo del COI, Mustafa Sepetci, anticipó que el organismo proyecta concretar un «observatorio, con un sistema de información efectivo para evaluar y obtener indicadores, proveer de información confiable, identificar mercados y promover el diálogo en forma frecuente y continua entre todas las partes involucradas».

La superficie mundial se estima en 11,4 millones de hectáreas. La Argentina cuenta con unas 90.000, de las cuales el 30 por ciento se destina a producir aceitunas de mesa, el 50 a elaborar aceite de oliva y el 20 a implantaciones de doble propósito. La superficie mundial se estima en 11,4 millones de hectáreas. La Argentina cuenta con unas 90.000, de las cuales el 30 por ciento se destina a producir aceitunas de mesa, el 50 a elaborar aceite de oliva y el 20 a implantaciones de doble propósito.

Rondas de negocios
La visita a la Argentina de más de doscientos referentes del exterior propició la realización de dos rondas de negocios, organizadas por Agroindustria y por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici), una en La Rioja y otra en Buenos Aires.

Según los resultados difundidos, «se generaron más de cien encuentros comerciales entre 35 empresas argentinas con siete importadores del sector olivícola procedentes de Brasil, Portugal, España y México. Además, se lograron más de cuarenta cotizaciones que se esperan concretar en un futuro próximo».

También fue valorada la visita técnica olivícola de los integrantes del COI a la provincia de La Rioja, donde se planteó al organismo la necesidad de que se les facilite un panel de cata que permita mejorar la calidad de los aceites y la orientación de la producción en la región.

La comitiva estuvo en la capital riojana, en los departamentos de Arauco, de Chilecito y en la localidad de Vichigasta. Durante la recorrida visitaron empresas líderes, como Agroaceitunera, VG SA, Aimurai y en la bodega Valle de la Puerta compartieron una degustación de aceitunas de mesa, aceite de oliva y vinos.

Desafíos y amenazas de una actividad con proyección
El noventa por ciento de la actividad olivícola argentina está destinada a la exportación, y en la actualidad enfrenta el desafío de superar «altos costos internos y una logística cara y deficiente que nos pone en desventaja con respecto a nuestros competidores de otros países», señaló Julián Clusellas, presidente de la Federación Olivícola Argentina (FOA), en diálogo con la nacion.

El directivo priorizó los «costos energéticos» que impactan en su matriz productiva. «Hay muchos ítems sobre los cuales trabajar a nivel de industrias para ser competitivos, y a nivel agrícola la solución podría llegar desde la reconversión a energías renovables, a través de la ley de energía distribuida», apuntó.

Al advertir que actualmente algunos gobiernos provinciales «subsidian las tarifas eléctricas sosteniendo las actividades productivas» como una solución de coyuntura, remarcó que se necesitan «medidas para respaldar la capacidad industrial instalada; políticas activas que permitan reducir costos en toda la cadena de valor, el acceso al crédito, la renovación tecnológica y el mantenimiento de la mano de obra».

No obstante, dijo que están recibiendo «apoyo del Ejecutivo nacional, a través de cambios positivos en las retenciones y reintegros» y que están «trabajando permanentemente, codo a codo, con el Ministerio de Agroindustria en las mesas de competitividad», atentos a conseguir «condiciones financieras sectoriales favorables».

Clusellas puntualizó que en este momento el sector se encuentra «abocado a cuidar su principal destino para las aceitunas de mesa», que es Brasil, «el cual está siendo invadido por productos egipcios», mediante formas que consideró «desleales», con bajos aranceles que provocan «gravísimos daños (a los productores locales). Ya en la actualidad se ha perdido prácticamente el 50 por ciento de las ventas a ese mercado», lamentó.

El titular de la FOA describió que el sector «es de característica bienal, con un año alto y otro bajo. En el ciclo bueno se exportan 30.000 toneladas de aceite de oliva y 100.000 de aceitunas de mesa, y en el malo el 30 por ciento de esos valores. En general son empresas pymes y unas pocas grandes que constituyen la principal producción y generación de PBI de La Rioja; también es importante en Catamarca y de menor cuantía en San juan y en Mendoza».

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