Redacción de RiojaLibre
Diego Molina Gomez es quiás el libertario riojano más verborrágico. Repite a rajatabla el discurso de Javier Milei en contra del gasto público y en favor del mercado privado, e incluso difunde varias planillas (la mayoría falsas o de dudosa procedencia) criticando el enorme gasto público del Estado Provincial.
Sin embargo, Molina Gómez es otro político más que se apega al viejo refrán ‘haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago’. Es que el auto, la casa, la ropa, las salidas a restaurantes, los viajes a Buenos Aires, y todo gasto cotidiano, Molina Gómez y su familia lo costean gracias al ‘dinero público’. De ninguna empresa privada, sino del Estado.
Hoy, Molina Gómez tiene tres cargos públicos, que implican tres sueldos que salen del dinero del Estado:
- Concejal Capitalino
- Docente y Director de Carrera en la UNLaR (Universidad PÚBLICA que costea los salarios con fondos del Estado)
- Secretario General de la Presidencia de la Cámara de Diputados de la Nación
Cada uno de esos sueldos implica varios ceros que el Estado (Nacional y Provincial) todos los meses tiene que depositar en las cuentas de este fanático ‘libertario’.
Lo curioso es la ‘ambición desmedida’ que demuestra Molina Gómez. Es que el Concejal NO quiere renunciar a su Banca, sino pedir una licencia de 12 meses. Nunca antes había pasado esto en el Concejo: quien es designado en un cargo mayor, renuncia para que pueda asumir quien lo sigue en la Lista.
Pero Molina Gómez pretende una licencia que en Enero de 2025 le de la posibilidad de retornar a su banca. ‘No es ningún tonto, ante la posibilidad de un conflicto que aleje a Milei o Martín Menem del lugar de privilegio que tienen hoy, Diego se quiere asegurar la banca de Concejal hasta 2027’, sostuvo en off ante RL otro edil capitalino.
Lo cierto es que esta situación augura un nuevo frente de conflicto en el Concejo. Es que desde el Bloque justicialista, que tiene mayoría propia, aseguran que lo que solicita el libertario ‘no corresponde’. Para la mayoría del Concejo, Molina Gómez tiene que elegir: o sigue como Concejal y rechaza la oferta del Congreso, o asume en el Congreso y renuncia como Concejal.
La falta de coherencia y congruencia de los libertarios riojanos no tiene límites. Así como los seguidores lbertarios ‘cortan las calles en sus manifestaciones en la Plaza’ (yendo en contra del protocolo antipiquetes que su propio Gobierno Nacional estableció), también hay un Concejal que de la boca para afuera critica el gasto público, pero todo los meses se acreditan en sus cuentas ostentosas cifras del Estado.