Redacción de RiojaLibre
Paredes Urquiza es el Intendente del Departamento que concentra al 54% del Padrón, lidera ampliamente las encuestas en cuanto a Imagen Positiva en Capital, y a partir de allí sostiene sus sólidos argumentos para Gobernar la Provincia.
Silvia Gaitán es la Intendenta del segundo Departamento más grande de la Provincia, las encuestas aseguran que su Gestión tiene más del 70% de aprobación, y su reelección como Intendenta es cosa juzgada. Todos se pelean por tener a Gaitán en su fórmula como Vicegobernadora, pero no habría que descartar que la chileciteña termine encabezando.
Tere Madera es Diputada Provincial, fue Diputada Nacional, Ministra de Desarrollo Social y siempre estuvo del mismo lado: defendiendo al Proyecto Político que comanda la Provincia. Combinando antecedentes y medición en las encuestas, es la candidata natural a la Gobernación del oficialismo.
APU y Gaitán conformarían una fórmula imbatible. Si Madera logra el respaldo de APU, tiene la Goberrnación asegurada. ¿Por qué no dos mujeres, Madera-Gaitán o Gaitán-Madera?
No nos volvimos locos. Si nos retrotaemos al 6 de Septiembre de este año, un día antes del cierre de listas, eso es lo que se decía en todos los medios, el pensamiento generalizado que existía en el micro clima político riojano.
Alberto Paredes Urquiza, Silvia Gaitán y Teresita Madera eran, hasta el Domingo, los tres cuadros políticos con mayor proyección. Sin embargo, la vertiginosidad que caracteriza a la política riojana hace que hoy los tres -tras haber mordido el polvo de la derrota- sean mandados ‘a la cola’, casi al ostracismo político.
Sus nombres son reemplazados por Inés Brizuela y Doria, Rodrigo Brizuela y Doria, Felipe Álvarez, Florencia López y hasta Guillermo Galván. Hoy, los cuadros políticos con proyección parecen ser otros.
No hay sentido común que lo explique: que 54 votos hagan de un cuadro político con proyección, una ex Intendenta obligada a reinvertarse. Que una mala elección conviertan al casi seguro ‘próximo gobernador 2023’, en alguien que debe ‘irse a su casa y jubilarse de la política’.
Pero atención, la vertiginosidad va y vuelve. Los mismos que hoy dicen que APU es un jubilado político, son los que aseguraban en Diciembre de 2015 que el Gitano era un cadáver político, y son los mismos que hoy se dicen ultraquintelistas.
Hay esperanzas para APU, para Tere, y para Silvia. Sus panoramas individuales no son peores que los del hoy Gobernador electo en 2015. Tras 12 años como Intendente capitalino, el 10 de Diciembre de 2015 Ricardo Quintela se fue a su casa sin ningún cargo político, con su espacio saliendo tercero en la disputa por la Intendencia capitalina y con sus principales adversarios políticos en los cargos más importantes: Bosetti Vicegobernador, APU Intendente, Casas Gobernador.
Para Quintela, pensar en la Gobernación a fines de 2015 era una locura insostenible: había una docena de dirigentes por delante con mayores posibilidades. Pero cuatro años es una eternidad en la política riojana. Pasó mucha agua bajo el puente, y el ‘cadaver político’ asumirá el 10 de Diciembre como Gobernador.
La tristeza debe ser absoluta, pero Tere, APU y Silvia deben saber que todo puede pasar en la Política riojana. El flamante Gobernador electo es el mejor ejemplo de ello.
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