Redacción de RiojaLibre
Cuando Fabián Calderón fue elegido como nuevo Rector -reemplazando a Enrique Tello Roldán- todo era alegria, jolgorio y festejo en la UNLaR. Resultaba muy difícil encontrar una voz disconforme con la nueva designación. Sin embargo, solo tuvieron que pasar algunas semanas para que esas voces comiencen a aparecer.
Distintos docentes de la UNLAR (Ciencias Aplicadas) acusan a Fabián Calderón de haber puesto en funciones en cargos claves a amigos y familiares. Precisamente, el nepotismo y amiguismo fue una de las críticas más fuertes que recibió Tello Roldán y logró provocar la enemistad de toda la sociedad. Consecuentemente, estos docentes sostienen que «no se están cumpliendo los objetivos de la histórica lucha».
«La Asamblea Soberana esta ejerciendo contralor y pediran la renuncia de los que actúan contra los principios de la toma», apuntaron los docentes en declaraciones radiales (FM América).
El clima que se vive hoy en el Departamento de Humanidades ya no es de euforia y felicidad. Con el paso de los días, la impotencia y resignación comenzaron a reinar. ¿La causa? Se asegura que muchos docentes fueron designados «por recomendación». Inmediatamente, se improvisó una asamblea de docentes y alumnos, que pidieron la anulación de esos nombramientos. El malestar es tal, que Ruiz Carrizo (Decano) y la Secretaria Académica habrían amenazado con presentar sus renuncias.
Por otra parte, algunos alumnos que originaron la gesta histórica contra Enrique Tello Roldán, intensifican sus críticas hacia las nuevas autoridades manifestando la ‘decepción’ que los invade. Uno de los casos más paradigmáticos es el de Virginia Gorosito, estudiante de Comunicación y ex vocera de la Asamblea Soberana.
Via Twitter, Gorosito disparó: «No puedo creer que escucho ‘queremos una Universidad con pluralidad de voces’, y hoy esas mismas personas hacen y deshacen». La furia en algunos estudiantes es evidente: «Fuimos carne de cañon, eso fuimos. Uno a uno, quizás cuando tarden en pagarles los cargos que ahora tienen, se irán dando cuenta», prosiguió Gorosito, para luego concluir que «Me siento muy mal, porque nos equivocamos, mucho, muchísimo. Creímos en un mundo ideal que no existe, de verdad lo creímos por eso erramos. Pero prefiero perder una lucha y salir limpia y sabiendo que me la jugué sola y sin pensar qué podía costarme, a callarme y no cuestionar». Finalizó su descargo con una drástica sentencia: «Todos se cagaron en los jóvenes».
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