Cerca de las nueve de la mañana, un oyente llamó a Radio Fénix. Como siempre, el conductor (Pablo Laboranti) le pregunta el nombre y la respuesta ya anticipaba que no se trataba de una llamada más: «Soy Raúl, apellido Moreno, si quiere le doy mi número de DNI y dirección».
Moreno contó que -hasta que el Gobierno la cerrara- él era el dueño de la Whiskería Five Star. Muchas cosas picantes dejó su relato; entre las más importantes puede destacarse el ofrecimiento de ‘chicas’ a cambio de $500. «Venían de Tucumán, Mendoza y otras provincias y te las vendían por $500», disparó para luego aclara: «A mi nunca me gustaron esas cosas, todas las chicas que estaban en Five Star tenían sus Currículum Vitae».
Moreno admitió su enemistad con Liliana Medina: «Era el negocio que competía con el mio; nos peleábamos por la misma clientela, era entendible que nos llevemos mal». También desestimó la influencia y poder del Chenga Gómez y su hermano: «La que mandaba era ella (Medina)».
Promediando la entrevista, Laboranti consultó a Moreno sobre Marita Verón. «Te aseguro que en Five Star nunca trabajo ni estuvo». Fue tajante al negar conocerla o saber de quién se trataba, más allá de lo que se enteraba por la prensa.
Moreno hizo un repentino análisis sobre la prostitución: «Lo que hicieron cerrando las whiskerías es una locura. Con la prostitución no van a poder, existió y existirá siempre. Lo único que ganan es que las chicas que antes tenían un lugar para estar, ahora anden por las calles y vayan al domicilio del cliente, arriesgándose a muchos peligros».
Ante el rápido reflejo del periodista sobre su contradicción (Moreno había afirmado que en su Whiskería nunca hubo prostitución, pero ahora asegura que con el cierre le sacan un ‘lugar’ para estar), Moreno explicó que «en Five Star las chicas eran coperas y cobraban una comisión de los tragos para charlar y conocer gente; no voy a negar que luego hacían citas en un hotel con esa gente que conocían, pero acá (Five Star) nunca ejercieron la prostitución».
Una reflexión de Moreno puede definir perfectamente la relación de la prostitución con su Whiskería: «Tengo un hijo, pero si tuviera una hija nunva la hubiese dejado que trabaje en Five Star». Luego comentó que tenía una muy buena relación con sus empleadas («me llegué a enamorar de una de ellas»), que hablaba seguido y las aconsejaba: «Esto es como el futbol, la edad es muy cruel con su profesión… Tienen que aprovechar e invertir lo que ganan. Pongansé una verdulería o algo».
Moreno agregó que durante una noche, cada chica ganaba alrededor de $600 como copera en su Whiskería, sin contar si además arreglaba una cita con el cliente en otro lugar; sobre lo que aclaró: «Sobre eso yo no cobraba nada, no tenía nada que ver».
Al terminar la entrevista, se comunicó a la misma radio una chica que se identificó como «Laura», que reconoció haber trabajado en Five Star. Respaldó los dichos de Moreno y criticó el cierre de las Whiskerías. «Antes era copera y no me prostituía, ahora no me queda otra y soy prostituta», disparó.