«Estamos tratando de aportar pruebas para que esta situación se esclarezca», expuso. «Donde la tía denuncia que fue el hecho, es un consultorio con paredes de durloc, donde la entrevista es interrumpida porque una psicóloga necesitaba una llave y eso aparece en las cámaras». La psicóloga declaró ante la justicia que la consulta se desarrollaba con normalidad.
«De haber sido una violación, el joven tendría que haber salido rengueando», indicó. «Con los años de experiencia que tengo, cuando pensamos en una violación, se apunta a un tercero extraño y en la mayoría de los casos de abuso, es alguien del entorno de la víctima», deslizó.
«Mi cliente se encuentra en un lugar que no es su lugar y por un hecho que no cometió», afirmó por otro lado.
En ese mismo marco, aseguró que «no estamos ante el verdadero autor del hecho» y que «este joven sigue corriendo riesgo porque la persona que lo hizo sigue estando en libertad».