El jefe del Ejército, teniente general César Milani, sufrió su primer traspié judicial en la causa que investiga la desaparición del ex soldado riojano Alberto Ledo, quien desapareció mientras cumplía el servicio militar en esta provincia.
A partir de las declaraciones testimoniales de los también riojanos Juan Carlos Illanes y Raúl Illanes y denuncias periodísticas, la Cámara Federal ordenó a los fiscales profundizar la investigación y mencionó las pruebas que podrían involucrar a Milani.
En Tucumán había dos expedientes sobre la desaparición de Ledo: uno que investigaba las causas de su desaparición y otro por la falsificación del acta de deserción del soldado riojano. En el primer expediente Milani había quedado fuera de la investigación, mientras que el segundo había sido archivado a instancias del fiscal ad hoc Pablo Camuña, enrolado en Justicia Legítima, la agrupación que lidera la procuradora general Alejandra Gils Carbó.
El expediente llegó a manos de la Cámara Federal porque en el expediente de la desaparición de Ledo quedó involucrado Tirso Brizuela, subalterno de Milani en esa época. En su testimonio, Brizuela involucró a Milani. El fiscal general Antonio Gómez pidió que para determinar la responsabilidad de Brizuela había que adjuntar, además, el expediente sobre la falsificación del acta de deserción de Ledo.
En la Justicia había una postura cerrada para separar a Milani de la causa, pero ahora todo volvió a foja cero y los fiscales deberán tratar de resolver el papel que cumplió el jefe del Ejército.
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