La candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza (LLA), Victoria Villarruel, figura en los papeles de dos represores. La compañera de Javier Milei en las elecciones 2023 figura en documentación secuestrada en la causa por la desaparición de Jorge Julio López.
La abogada de Derechos Humanos Guadalupe Godoy publicó extractos de documentos que vincularon a la compañera de fórmula de Milei con detenidos por crímenes de lesa humanidad, perteneciente a la causa de la desaparición del albañil que atestiguó contra el represor Miguel Etchecolatz
El primero es un recorte del cuaderno del previo al primer juicio contra Etchecolatz, que se realizó en 2006. Allí aparece el nombre de Villarruel con su viejo teléfono, junto a una de las primeras negacionistas de perfil público, Cecilia Pando. Según explicó Godoy, en esos papeles, el represor organizaba su estrategia de defensa ante la justicia.
Etchecolatz tuvo a su cargo 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la provincia de Buenos Aires, donde ordenó la tortura y muerte de miles de personas. El genocida, que murió en 2022, fue condenado 9 veces a cadena perpetua por robo de bebés, secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones.
La segunda aparición de Villarruel es un registro al ingreso del pabellón de detenidos por crímenes de lesa humanidad del penal de Marcos Paz. Allí se da cuenta que élla, Pando y otras personas fueron a visitar a Norberto «Beto» Cozzani.
Cozzani fue mano derecha de Etchocolatz y ex integrante del «Circuito Camps», una red de centros clandestinos de detención bajo las órdenes de Ramón Camps. Cozzani fue acusado como uno de sus torturadores de Lidia Papaleo de Graiver, viuda de David Graiver, dueño de Papel Prensa.
«Que esté en ese figurando en esa visita no necesariamente significa que esté viendo a Cozzani, sino que cuando entraban a un pabellón de Lesa, podían ver a cualquier otro represor», agregó Godoy en diálogo con El Destape.
REPUDIO A LAS EXPRESIONES DE PAGOTTO
Ante las expresiones infamantes del abogado Juan Carlos Pagotto, en su alegato de defensa del represor Domingo Benito Vera en el marco del Juicio por los asesinatos de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, ciudadanos pertenecientes a: Comunidades Cristianas de base, Seminario de Formación Teológica, ex presos políticos, organizaciones sociales y de Derechos Humanos Independientes, manifestamos nuestra total adhesión al comunicado distribuido por Marilé Coseano (sobrina de E. Angelelli) y Luis Miguel Baronetto (de Tiempo Latinoamericano), en la que solicitan al Consejo de Abogados de La Rioja que investigue y sancione a través del órgano disciplinario que corresponda, a este abogado «por las expresiones injuriantes a la memoria de Mons. Angelelli y los sacerdotes asesinados en Chamical, que fueron vertidas en su alegato como defensor…»
Asimismo expresamos nuestro más enérgico repudio a los conceptos ofensivos hacia las víctimas enunciados por dicho letrado quien, siguiendo la campaña difamatoria iniciada hace más de 40 años por los grupos de poder cuyos intereses se veían afectados por la prédica del mensaje evangelizador y de justicia llevado adelante por Monseñor Angelelli, persiste en la vil estrategia de la descalificación agraviante como herramienta supletoria de reales fundamentaciones. Adherimos al pedido de investigación y sanción y reafirmamos nuestra convicción de que la condena social a este tipo de personajes es la actitud ciudadana que nos cabe utilizar.
La otra cara de esta repudiable metodología pudo verse en muchos de los testimonios vertidos a lo largo de las Audiencias de este Juicio. Fue notable, en efecto, la calidez de las personas que pertenecieron a la Pastoral de Angelelli y que hasta el día de hoy la siguen honrando con su palabra y trabajo. Sacerdotes (como Roberto Queirolo o Luis Coscia), religiosas (como la Hermana Luisa Sosa Soriano) y laicos (como Carlos Di Marco o Coca de Pedernera), sólo por nombrar algunos, mostraron en sus dichos y en su desempeño ante el Tribunal, lo profundamente humana y evangélica que fue en la práctica la Pastoral que animó Enrique Angelelli. Sumamos a estos ejemplos actuales, el testimonio de vida de aquellos que ya fallecieron y fueron tan amados y reconocidos por el pueblo riojano como Enri Praolini y Armando Amiratti.
Esa calidad humana es la que convocaba Angelelli, esa era la Iglesia profética de nuestro Pastor.
Miremos a unos y a otros: ¡Por sus frutos los reconocerán!