Redacción de RiojaLibre
Octavio Paz solía repetir que «una nación sin elecciones libres es una nación sin voz, sin ojos y sin brazos«. Cambiando Universidad por Nación, afirmamos sin temor a equivocarnos que la UNLaR tiene -y tendrá- voz, ojos y brazos.
La Universidad Nacional de La Rioja está viviendo el ‘carnaval’ de las Elecciones y lo hace intensamente, y con mucha pasión. Es por ello que se cruzan acusaciones, denuncias, operaciones mediáticas y políticas, etc. Más allá del caracter ‘desleal’ de alguna de ellas, es el costo de que rija la libertad. Y bien pagado está!
El solo hecho de entrar a la UNLaR y ver las paredes pintadas, los carteles, banderas y afiches de TODAS las listas, da una inmensa alegría a los amantes de la democracia. Incluso las chicanas de ‘nos rompen y nos los carteles’; porque no se debe a una ‘prohibición’, sino al fanatismo de algunos sectores por sumar voluntades.
La participación está garantizada; con algunos sobresaltos, pero garantizada al fín. La libre expresión también. Más allá de algunos intolerantes que tienen el ‘sí fácil’ para la famosa y poco redituable ‘Carta Documento’, se puede pensar distinto sin temor a mayores replesalias. Hoy se puede hablar, se puede escribir, se puede pensar diferente.
Son los estudiantes quienes tienen la posibilidad de vivir la primera elección libre y plena dentro de la UNLaR, y vaya si se lo merecen, porque -como sostenemos siempre- son los principales protagonistas de este proceso que inició aquel 17 de Septiembre de 2013, con un pocos valientes alumnos que se animaron a marchar en la Plaza 25 de Mayo, y culminó con la erradicación de Tello Roldán y sus secuaces del Gobierno.
No estamos locos, como lo venimos publicando, sabemos que quedan muchos ¿ex? Tellistas dando vueltas por ahí. Sin embargo, la frase de una alumna nos hizo reflexionar: «no es lo mismo que hayan sido tellista a que estén manchados de tellistas». Sobre los primeros, las democracia los contagiará y dejarán el tellismo en el olvido; sobre los segundos, ya habrá tiempo para terminar de erradicarlos.
Falta mucho, es cierto. En un año no se puede reparar el daño hecho en más de dos décadas. Pero se marcha por el camino correcto. A no confundir: no nos referimos solo al calderonismo, sino también a los opositores. Porque una democracia sin oposición y sin posibibilidad de elegir, no es una democracia verdadera. Estamos convencidos de que no es crucial quién sea el vencedor. Obviamente existirán diferencias si triunfa uno o otro, pero queremos confiar que son detalles menores; porque gane Calderón o gane Álvarez, LA UNLAR YA GANÓ!
Vivan las Elecciones, viva la UNLaR!!! Felicitaciones chicos, es su logro!