Redacción de RiojaLibre
Cuando el Rector se ciega de poder, y se cree más que los Docentes (olvidándose que él es Docente), comienzan los problemas graves, que van creciendo hasta llegar al punto de no tener vuelta atrás. Fue lo que le pasó a Enrique Tello Roldán en 2013 y lo que le está pasando a Fabián Calderón por estos días.
El malestar en la comunidad universitaria se agiganta día a día. El Consejo Superior calderonista trabaja en un anteproyecto para implementar el Juicio Académico a los Docentes. Esto se da en el medio de los reclamos por las acreditaciones, deuda de sueldos y la inminente batahola que se viene cuando Docentes de Odontología y Enfermería se queden sin trabajo si se confirma la NO acreditación de CONEAU.
En una jugada maquiavélica, para atajarse y evitar que los Docentes se organicen y se manifiesten, el calderonismo acude al miedo y la extorsión mediante el Juicio Académico:
Mientras tanto, los Docentes ya no aguantan. En un libro de firmas docentes del departamento de salud, en Bedelía, y ante las irregularidades por concursos docentes, pusieron el siguiente mensaje:
Desde el calderonismo intentan frenar la libertad de expresión docente mostrando el proyecto de juicio académico, para amedrentar a los Docentes.
Como dijimos más arriba, el malestar ya se torna incontrolable. Lo sucedido el Viernes fue la gota que rebalsó el vaso en la comunidad universitaria. Al mismo tiempo que Rectoría dice no tener plata para -por ejemplo- que alumnos visiten el Museo de Arte en Catamarca, en la UNLaR se veían desfilar Mozos con sandwiches y gaseosas de un costoso catering para atender a los cientos de militantes del Frente de Todos que coparon las instalacioines de la UNLaR.
«En la UNLaR de Calderón no hay agua potable para los alumnos, pero sí Coca Cola para los militantes del Frente de Todos, así estamos», disparó a RL un Docente.