Arrancó la campaña electoral: en febrero, el Gobierno Nacional aumentó un 49,8% el reparto discrecional de fondos a las provincias respecto del mismo mes del año pasado. Después de un 2012 difícil para los distritos del interior debido al ajuste que les impuso la Nación, el gobierno de Cristina Kirchner decidió abrir el grifo de los fondos en vísperas de unas elecciones cruciales para su futuro político.
Según el último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el alza corresponde a transferencias no automáticas, tanto corrientes como de capital, que el Gobierno envía a las provincias. Se trata de fondos discrecionales, recursos que la Nación envía a los gobernadores por fuera de la coparticipación (que es automática). Al no existir un criterio estricto de reparto, como sucede con la coparticipación, el Gobierno define cómo y cuántos fondos destina a cada provincia. Éste es el mecanismo con que se suele disciplinar a los gobernadores, especialmente en tiempos electorales.
“Este aumento de casi el 50% de los fondos discrecionales marca, sin dudas, el inicio del año electoral. Comenzó en febrero y, seguramente, será una tendencia que se mantendrá durante el año. Lamentablemente, el Ministerio de Economía no publica la distribución geográfica de dichos fondos, por lo que es imposible conocer cuáles han sido las provincias más beneficiadas por el Gobierno”, puntualizó Nadín Argañaraz, economista del Iaraf.
Esta suba en las transferencias que se experimentó en febrero pasado marca un quiebre en la tendencia negativa que se observó a lo largo de 2012 y en enero de este año. De acuerdo con un informe de la consultora Ecolatina, el año pasado las transferencias automáticas a las provincias perdieron 5,4 puntos porcentuales de expansión, mientras que los recursos del Fondo Federal Solidario (provenientes de la recaudación por retenciones a la soja) crecieron sólo el 1,3% interanual.
También mermaron las transferencias no automáticas: en 2012 crecieron sólo un 7,5% interanual, cayendo abruptamente en términos reales, indicó Ecolatina.
Estos fondos discrecionales son fundamentales para los gobernadores, sobre todo en épocas electorales. Por medio de las transferencias corrientes, los mandatarios reciben recursos frescos para atender distintos programas sociales, como el de gestión educativa; seguridad alimentaria y el Seguro Universal de Maternidad e Infancia (Plan Nacer).
En tanto, las transferencias de capital están dirigidas principalmente a obras públicas, entre ellas, las incluidas en los programas de viviendas, de escuelas y de infraestructura vial.
Hasta enero de este año inclusive, estas transferencias habían declinado de manera dramática para los gobernadores, que se vieron obligados a subir los impuestos provinciales o endeudarse para hacer frente a sus gastos corrientes. Con el repunte experimentado en febrero, la tendencia promete mejorar. Según el Iaraf, en el bimestre enero-febrero de este año, las transferencias no automáticas a las provincias aumentaron un 13,7% respecto del mismo bimestre del año pasado.
La discrecionalidad en el reparto de los fondos a las provincias se observa claramente en la ejecución del Plan Más Cerca: Más Municipio, Mejor País, Más Patria, que presentó la presidenta Cristina Kirchner en octubre de 2012 y que lleva adelante el ministro de Infraestructura, Julio De Vido. Con este programa, el Gobierno puentea a los gobernadores para destinarles fondos para obras públicas, en forma directa, a los intendentes.
Hasta el momento, De Vido firmó una veintena de convenios por un total de $ 8479 millones. La mayoría de las obras prometidas benefician a intendentes kirchneristas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Jujuy, Chubut, Mendoza, Catamarca, La Rioja, Salta y Corrientes.
Las provincias críticas del Gobierno, en tanto, deben contentarse sólo con lo que reciben por la coparticipación federal de impuestos. El gobernador bonaerense Daniel Scioli , por caso, no logró recibir un centavo extra de la Nación para aplacar la demanda docente por mayores sueldos.
El gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, por su parte, lleva adelante un largo pleito con la Nación por fondos jubilatorios que, a su juicio, el Poder Ejecutivo le retiene. Lo mismo sucede con Santa Cruz, cuyo gobernador Daniel Peralta, enfrentado con Cristina Kirchner, denunció que el Gobierno le retacea fondos a su provincia -la cuna del kirchnerismo-para la ejecución de obras públicas y la atención de gastos corrientes.
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