En ese sentido, la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires amplió su postura: «Si el periodista le pregunta algo que le molesta, es un ensobrado, defiende a los chorros o es un delincuentes. Si hay opositores que no están de acuerdo con él, son casta, cucarachas o basura. El Papa es maligno y se asocia con dictadores».
«Cualquiera que no piense como él, está sujeto a su violencia verbal. Hoy no tiene poder. ¿Si es presidente, con todo el poder de la Argentina, que vamos a esperar? Con poder su nivel de violencia es un peligro», sentenció.
Por otro lado, se encargó de diferenciar a Milei de Carlos Saúl Menem, a quien el economista libertario elogia con frecuencia, especialmente por la dolarización: «Hay una salvedad muy importante: Menem había sido gobernador, tenía experiencia, tenía el apoyo de la mayoría de provincias, tenía mayoría en el Senado, tenía un partido que lo respaldaba. No es el caso de Milei».
«La Argentina está atravesando uno de los momentos más dolorosos de los últimos 30 años. No estamos para improvisaciones, para experimentos, para saltos al vacío. Necesitamos seriedad, profesionalismo, equipo», remarcó.
Y lanzó una analogía: «Si uno tiene una enfermedad difícil, llama al mejor cirujano, al que más experiencia tiene. No llamás a alguien que tiene un método revolucionario y nunca operó».
Por último, respaldó a quien fuera ministra de Seguridad de Mauricio Macri: «Patricia si tiene algo para destacar es que es igual adelante de la cámara que atrás. Es lo que muestra y eso es muy importante en esta Argentina».
«Recordé algo que compartí con Jorge Macri en 2015, cuando él era mi jefe de campaña y yo enfrentaba a Aníbal Fernández. Él planteó una pregunta clave en esa elección: ‘¿A quién le dejarías tus hijos?’. Yo hoy esa pregunta se las plantearía distinto a los argentinos. ¿A quién le dejarías tus hijos, a Patricia, a Sergio Massa o a Javier Milei? Cada uno antes de ir a votar tiene que hacerse esa pregunta. Porque se define el futuro de nuestros hijos», continuó.
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