Redacción de RiojaLibre
Si fuiste en auto o en moto a la casa de un amigo, o familiar, y se descorcha una Botella de vino o se destapa una Cerveza, resulta difícil resistir a la tentación de prestarse a algún que otro brindis. Pero esa tentación, que la decidís en 30 segundos, puede marcar el resto de tu vida.
Lo que le pasó a Sebastián Rearte el Domingo debiera servir para prevenir vidas futuras. El joven riojano debe entender que a esta foto:
Casi siempre le sigue esta:
Al tomar y perder los reflejos, no solo se pone en riesgo la vida propia y la de los pasajeros, sino que el auto se transforma en un arma mortal que puede atentar contra cualquier ciudadano. El Domingo, ese ‘cualquier ciudadano’ tuvo nombre y apellido: Jonathan Godoy, un joven que tenía toda una vida por delante, y hoy ya no está.
Más allá de lo que pase en la justicia, nada ni nadie lograrán que Sebastián se quite de encima, de por vida, la sensación de haber ‘tomado una vida’. Sufre la familia Godoy, pero sufre también la familia Rearte. Dos familias arruinadas por ‘caer en la tentación’ de compartir un trago.
Familiares de Jonathan Godoy piden que la justicia sea severa con los culpables de la muerte del joven
Fabricio Godoy, hermano del ciclista, que fue embestido por una camioneta que terminó con su vida, pidió a la justicia que sea severa a la hora de castigar a los culpables por la muerte de su hermano.
Acongojado, Fabricio contó que la novia de su hermano, lo llamó para comunicarle que su hermano había sufrido un accidente, pero jamás, se habría imaginado que lo habían atropellado y mucho menos que había fallecido en el lugar del accidente.
La familia de Jonathan es oriunda de San Juan pero el joven eligió vivir en La Rioja, ya que era experto jugando a las bochas, conoció a su novia y decidió quedarse a vivir aquí. “Mi hermano era muy amigable, me sorprendió ver la cantidad de gente que lo nombraba en su Facebook”, contó Fabricio.