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Se trata del establecimiento ubicado en barrio San Vicente. Padres enojados: «trajimos los chicos a las 8 de la mañana y las puertas quedaron cerraron con llave para que se respete el horario de ingreso».
«Esto es una escuela pública no un ejército», aseguró uno de los papás a quien no le quisieron recibir la merienda de su hijo.
Apuntaron contra la profesora de Educación Física como quien cerró las puertas con candado y luego perdió las llaves. «Nosotros no conocemos ni la cara de los maestros», sostuvo una mamá con tono de indignación.
«Hemos soportado paros, hemos soportado las ausencias por cursillos, pero hoy nos cierran las puertas», expresó otro de los padres.