Si Arjona conociese esta historia riojana, tiene para hacer un CD completo. Amor, fuego, pasión, sexo salvaje, engaños e infidelidades, gritos y peleas y –hasta- amor por conveniencia son algunos de los ingredientes que convierten a este relato en sumamente interesante e imperdible.
El protagonista es ‘Él’. Vamos a hablar muchos de Él y Ella, pero aclaramos que es para mantener la incertidumbre y nada tiene que ver el Matrimonio K en esto; esta historia es bien riojana, aunque si nos dejamos llevar por las suspicacias podríamos decir que es MEDIO RIOJAna’.
Él trabaja (buehhh, es una forma de decir, desde RiojaLibre vienen denunciando que hace la ‘mas fácil’) en una Radio de la ciudad de La Rioja.
Nada en su vida es demasiado claro, pero podría decirse que es el ‘dueño’ del lugar donde presta sus servicios. Este comunicador –que se llena la boca diciendo que es ‘Licenciado’- tiene un programa todas las tardes en dicha radio.
¿Por qué hacemos tanto hincapié en su trabajo? Porque es allí donde está su AMANTE, que todas las tardes se conforma con verlo cuatro horitas, pero con la contaste promesa de ÉL de que en poco tiempo va a cambiar todo y se va a separar. Al mejor estilo de Félix en los comienzos de Solamente voz, ÉL le promete a su amante (que por belleza lejos está de ser Natalia Oreiro, aunque su nombre es igual al de una modelo-vedete paraguaya) que es inminente su separación con ELLA.
Lo atrapante de esta historia es que ELLA también es una personalidad importante: no tan famosa como ÉL (buehhh, tampoco es taaaaaannnn famoso), pero en el microclima político se la conoce bien. ELLA trabaja en el poder ejecutivo, que es el principal sostén publicitarios de los medios de ÉL. Según pudimos averiguar, ELLA ya sospecha de las infidelidades de ÉL, pero está esperando conseguir una prueba que le sirva para dejarlo en pampa y la via. Al parecer, el amor se acabó hace mucho.
El mismo amor que ahora está a flor de piel entre ÉL y la compañera de trabajo. Muchos oyentes (que generosos que estamos hoy… decir ‘muchos’ es confundirlos a ustedes, su radio tiene mediciones de raiting paupérrimas) no se explican por qué a ÉL lo acompaña tan ‘flojita’ voz en la co-conducción; en el AMOR está la respuesta.
La vigorosidad no es una de las cualidades de este programa donde trabajan los tortolitos; a menudo, se producen pausas interminables y se cuelgan pasando música. La explicación a esta falencia periodística también se encuentra en el AMOR: ante las sospechas de ELLA, ÉL no tiene otra posibilidad de ver a su amante que en el trabajo; y los más de 30 minutos ininterrumpidos de música que escuchan oyentes del programa (cuyo nombre es una burda copia de un ciclo de TV que revolucionó el periodismo político en la Argentina) se deben al ‘tiempito’ que se toman los infieles conductores para concretar el amor en el baño de la emisora.
Duríiiiiiiisimo (es un modismo que le robamos a Duro de Domar, no lo ponemos para definir el estado en el que se lo suele ver por las noches del viernes y sábado a ÉL)!!!!