Redacción de RiojaLibre
No son los bonos verdes, no es la Casa de Gobierno, no es la vieja política; lo que realmente le molesta al Vicegobernador es que el ex Gobernador Luis Beder Herrera sigue dominando el poder. Sobre todo, el poder en la Legislatura, un ámbito que debería ser de dominio suyo.
Esta semana tuvimos una prueba cabal de la premisa que instalamos desde RL: ‘Casas comanda el Ejecutivo, Beder domina la Legislatura‘. Durante toda la semana una gran cantidad de Diputados Provinciales fueron visitando la casa del ex Gobernador. El martes, fue el turno del actual vicepresidente primero Oscar Chamía. Beder habló con cada uno de ellos y bajó linea: sigue todo como está, un solo bloque unido y las mismas autoridades.
Ayer por la noche, los Diputados justicialistas se reunieron en la casa de Oscar Chamía en Capital. Con un Cabrito y Lechón (gentileza de Danilo Flores) en la mesa, y con el vicegobernador como máxima autoridad (presidente de la Cámara), no se hizo más que ‘oficializarse’ lo que se había definido días antes en la Casa de Beder Herrera: Chamía vicepresidente primero y Marcelo Del Moral presidente del Bloque del PJ.
El único cambio estará en la vicepresidencia del Bloque: Jorge Salomón cederá el lugar a una mujer, para que el género esté representado. Todavía no se definió el nombre, pero Cristina Saúl pica en punta. Dato al respecto: no estuvo presente en la casa de Chamía Alejandra Oviedo, chepeña y enemiga de Cristina Saúl.
Ese, precisamente, es el gran problema que hoy atormenta al Vicegobernador: no tener poder en su propia casa (Legislatura), y que sea el ex Gobernador quien domine cada paso o movimiento que se digita dentro de la Cámara. La gran mayoría de los Diputados Justicialistas (95%) hoy se reportan a Beder Herrera.
Este escenario que aturde al Vicegobernador, lo hace cometer errores garrafales, que rozan el ridículo. Anoche se habló (en boca de Tití) de un ‘apoyo insoslayable al Gobernador Sergio Casas’. El Miércoles el Vicegobernador puso en duda el destino de fondos de los Bonos Verdes, gestionados por Casas y cuya firma será necesaria para definir sus destinos. ¿Acaso insinuar que Casas es corrupto es ‘apoyarlo de manera insoslayable’?