Redacción de RiojaLibre
La Gobernabilidad en la UNLaR está en riesgo. Existe un Rector que está vaciado de poder -te lo adelantamos en RL hace meses y quedó evidenciado en la última sesión del Consejo Superior-, pero -con la ‘bendita’ Pandemia- se le abre la posibilidad para seguir en el cargo, y sostener el dominio de la Caja.
Antes esta contradictoria situación, el Rector apeló a una maquiavélica maniobra en la última sesión del Consejo Superior. Buerdamente, intentó ingresar el Cronograma Electoral, aunque nadie había convocado a elecciones. Se trata de una cuestión improcedente que roza el ridículo, sin precedentes en ninguna Universidad del País.
¿Cómo se va a definir el Cronograma Electoral si las elecciones aún no están convocadas? Esa fue la pregunta que le hicieron al Rector en plena sesión para desestimar el Cronograma Electoral. Calderón sabía muy bien de esta improcedencia, pero ‘embarrando la cancha’ logró el objetivo de limpiarse el costo político de su perpeturidad en el cargo.
Es un hecho que las elecciones están suspendidas, y que Calderón seguirá en el cargo por lo menos hasta Julio de 2020. Cuando al Rector se le recriminte la perpetuidad en el poder, se excusará diciendo: ‘yo intenté ingresar el coronograma electoral y no me dejaron’.
Ahora es el Consejo Superior el que convoca a la comunidad universitaria para debatir la suspensión de las Elecciones, aunque la decisión ya está tomada. En ese proceso Calderón ‘no aparecerá’ en las fotos, intentando cuidar su desgastada imagen
El 23 se convocará a una sesión extraordinaria, y el Rector debería estar presente. Allí se anunciará la suspensión de las Elecciones, y se pondrá fecha para definir hasta cuándo se extienden los mandatos vigentes.
Calderón está débil y vacío de poder, pero la Pandemia le permite concretar su sueño de Perpetuidad, como lo hizo su antecesor Enrique Tello Roldán. A pesar de su debilidad, Calderón sostiene el manejo pleno de la Caja: la estructura de la UNLaR es tan verticalista que un decano no puede gastar ni un solo peso, sin tener la firma del Rector que lo autorice.
Vale recordar que Calderón lleva 7 años como Rector, con tres mandatos (2013-2014, 2014-2017 y 2017-1029) cuando el Estatuto permite solo dos períodos consecutivos. Con la Pandemia, Fabián Calderón extiende su perpetuidad en el cargo y -pese a maniobras maquiavélicas- los Estudiantes saben que el actual Rector es cada vez más parecido -en su ambición de poder- a su antecesor.