Andy Cannon, un joven de 23 años, fue abusado durante años por sus uno de sus padres homosexuales adoptivos. Durante años los trabajadores sociales desestimaron sus reiteradas denuncias de abuso sexual y terminó siendo diagnosticado erróneamente por trastornos mentales con prescripción de fármacos antipsicóticos
Un niño abusado sexualmente por su padre adoptivo y su pareja gay fue etiquetado como “niño rebelde” por los trabajadores sociales que ignoraron sus quejas durante años, reveló un informe publicado por el diario Daily Mail.
Andy Cannon, ahora de 23 años, fue enviado vuelta a casa en varias oportunidades a pesar de sus protestas de abuso, alegando que el hombre gay que lo adoptó era un “padre muy cariñoso”.
El informe acusa a “Wakefield servicios sociales”, en Yorkshire, de “error de juicio» debido a que Andy Cannon fue diagnosticado erróneamente con trastornos mentales y le prescribieron fármacos antipsicóticos. Hoy se lamenta porque cree que habría sido escuchado antes si su padre adoptivo no hubiese sido gay.
El caso terminó el año pasado, después de media década de disputas legales, cuando un tribunal ordenó un pago de 25.000 libras indemnización a Andy Cannon.
Cannon, quien ahora tiene dos hijos con su novia Redeana Hammill, fue adoptado por David Cannon en 1997. Él y su madre, Elaine Moss, se quejaron repetidamente a los trabajadores sociales sobre el abuso. En 2004, fue devuelto bajo el cuidado de su padre adoptivo, nueve días después de huir e ir a presentar una queja acerca de él.
Cannon, de 54 años y su pareja de 31 años de edad, John Scarfe fueron encarcelados con una pena de 30 meses en mayo de 2006 por incitar a la actividad sexual con un niño.
Cannon dijo: “Yo creo que si mi padre adoptivo hubiese estado en una relación heterosexual entonces mis quejas habrían sido escuchadas”.
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