Hasse quien era muy conocido en las tabernas locales, tenía unas 146 picaduras de avispa en el cuerpo, incluyendo 54 en el área de sus genitales, el escroto es donde había más piquetes.
Se encontraba tan hinchado que un vecino pensó que se trataba del cuerpo de una ballena muerta en el pasto. De hecho el vecino de Hasse sólo pudo identificarlo gracias al tatuaje que tenía en el cuello.
El escroto de Hasse estaba tan hinchado que resultaba irreal para quienes encontraron su cuerpo.
Luego de realizar las investigaciones pertinentes y la autopsia al cuerpo de Hasse, la Policía local llego a la sorprendente conclusión de que Hasse intentó tener relaciones sexuales con un nido de avispas (panal).
Y es que la Policía encontró restos de semen y hasta vello púbico, encima de algunas avispas muertas, así como las huellas dactilares de Hasse en la entrada del panal.
«Intentar tener relaciones sexuales con un nido de avispas es una muy mala idea», declaró Siv During Livh, psicólogo experto en fantasías sexuales. Además Siv dice que Hasse probablemente sufría de algún comportamiento sexual adictivo que lo llevó al límite.
Activistas de protección animal se pronunciaron en contra de este tipo de actividad sexual, la cual consideran un abuso hacia los animales.