Redacción de Riojalibre
Hoy, los Diputados Nacionales concretarán uno de los mayores golpes de la Historia al bolsillo de los Jubilados. Resulta paradójico que sean quienes ganan 175 mil pesos por mes los que sentencien el recorte de miles y miles de jubilados que apenas reciben $7.000 mensuales.
Macri necesita 100.000 millones de pesos para el año que viene (que irán a Vidal y las Lebacs) y definió meter mano en los que menos tienen. A las Multinacionales Mineras y al Campo les retiró las retenciones, pero a los Jubilados les saca 100.000 millones de pesos.
La pregunta que se hace el 80% de los argentinos es por qué a los Jubilados. Si hace falta ese dinero, por qué no se les recorta a los que más tienen, por ejemplo, a los políticos.
La Cámara de Diputados está integrada por 256 representantes que cobran 175 mil pesos por mes. Si se les recorta el 30% del salario (cobrarían 125 mil pesos mensuales), el Estado se ahorraría -al año- cerca de 300 millones de pesos. Si ese recorte se extiende a Senadores, Legislaturas Provinciales, Concejos Deliberantes, Gabinete Nacional, Gabinete Provinciales y Gabinetes Municipales, el ‘ahorro’ del Estado sería descomunal. Entonces, no habría que meterse con el Bolsillo de los Jubilados.
Para aminorar el impacto y lograr que la Ley se sancione, Macri propuso un Bono compensatorio para los Jubilados, que le significa al Estado una inversión de 6.000 millones de pesos. Se trata de una cínica burla del Presidente: te saco 100.000 millones en el año, pero te doy 6.000 para que no te quejes.
Hasta Clarín cuestiona este cíncio Bono de Macri:
Reforma previsional: las limitaciones del bono compensador
Se otorgará sólo en el mes de marzo y a dos grupos en particular.
El bono compensador se aplicaría en marzo de 2018 “por única vez”, pero la primera diferencia entre la nueva y la actual fórmula comprende el período de tres meses: marzo, abril y mayo. Luego en junio se aplicaría el segundo ajuste trimestral.
Esto significa que el bono compensador –que implica reconocer que hay una diferencia o pérdida para los alcanzados por la movilidad– sólo tendría vigencia en uno de los tres meses en que se verificará el primer bache entre ambas fórmulas, con lo que no cubriría la pérdida de ingresos de los otros dos meses.
Además, de lo que se informó hasta ahora, surge que el bono abarcará a los jubilados y pensiones que ganan hasta $ 10.000, que habrá una compensación menor para los que se jubilaron por moratoria –aunque haya sido sólo de uno, dos o tres años– no abarcaría las pensiones por invalideces no contributivas y tampoco al salario familiar por hijo de los 5 millones de trabajadores formales. Sí incluirá a la AUH. De los 17,4 millones de alcanzados por la movilidad, quedarían fuera más de 7 millones.
El bono de compensación no sería remunerativo, lo que significa que no integra el haber. Por lo tanto, no se lo tomará en cuenta para el cálculo del aguinaldo y tampoco se lo considerará para los futuros aumentos.
Estas limitaciones explican que el bono tenga un costo de unos $ 4.000 millones, mientras la pérdida de ingresos de las 17 millones de personas alcanzadas por la movilidad por los meses de marzo, abril y mayo ronda los $ 30.000 millones de los $ más de 80.000 millones que, como hipótesis de mínima, están en juego a lo largo de 2018.
De todas manera, el Gobierno aún no informó a cuánto estima que será el porcentaje de aumento según la fórmula aún hoy vigente. Con los datos a noviembre, el especialista Guillermo Jáuregui lo calculó en 14,7%, pero atento a la marcha de la recaudación y de los salarios de diciembre, el porcentaje podría ser aún mayor. En ese caso, se agrandaría la diferencia con el 5,7% para marzo de la nueva fórmula.