El escenario que se vive en la UNLaR no es el imaginado por las casi 50 mil almas que protestaron en la Plaza 25 de Mayo contra la dictadura de Enrique Tello Roldán. Cada día que pasa, aparecen nuevas acusaciones contra las nuevas autoridades que hace recordar las repudiables prácticas de Tello Roldán.
En este caso, se trata del Profesor Juan Antonio Lázara, que reside en Buenos Aires y enseña Arqueología I y II en la UNLaR. Lázara asegura que le recortaron el sueldo en un 50% y lo obligan a dejar de dar clases, ya que el nuevo sueldo no le alcanza para pagar los viajes.
A continuación te dejamos una misima que Lázara le acercó a RiojaLibre. En la misma se dirige a sus alumnos, y les pide que luchen por la continuidad de la carrera:
Queridos alumnos:
Les quería contar que hoy estuve en el Senado de la Nación hablando en un programa de tv un largo rato sobre la carrera y la universidad. Sin embargo, ninguna de las nuevas autoridades se interesó demasiado en este hecho en el riñón mismo donde se define el presupuesto universitario.
En primer término les aseguro que siempre fui a La Rioja por el gran gusto de participar del proyecto de la carrera y no por el sueldo.
Viajar a La Rioja para mí siempre fue un lucro cesante pero la recompensa fue mucho más valiosa porque logré conformar un grupo de amigos y colegas.
Los 45 viajes que realicé sumaron cerca de 120.000 kilómetros lo que representa dar 3 vueltas a la tierra por el Ecuador o viajar 10 veces a Europa.
Sin embargo, las autoridades de la UNLaR decidieron reducir un 50 % de sueldos de varios de los docentes que asistíamos a la querida La Rioja. Y las promesas de pagos de viáticos a docentes que desde hace más de un año vienen reclamando, quedaron en evasivas y en la nada. La gente, queridos alumnos, se va a empezar a ir.
Ya me sentí un poco incómodo cuando me presenté por primer vez a las autoridades y lejos de percibir la humildad del nuevo funcionario, me pareció notar un dejo de soberbia y jactancia. Recuerdo el decano de humanidades que me atendió rápido y apurado porque tenía cosas más importantes que hacer como ir a un acto. Luego nunca más nadie me atendió ni me convocó.
No sólo me he sentido muy maltratado por la actual conducción sino que la verdad que no sé cuál es mi situación. Si los costos de viaje para concurrir a dictar clases son mayores que el sueldo otorgado, ¿de qué vivimos los docentes e investigadores? Si me dicen que me pagarán según las horas de cátedra que dicte ,¿las autoridades ignoran que de Buenos Aires a La Rioja hay 26 horas de viaje y 2300 km entre ir y regresar?.
Me parece que lo que está pasando es que están reemplazando especialistas por idóneos cuyo costo es más barato. ¿Ustedes aceptarían que los atienda un médico que estudió anatomía con un profesor que en realidad era veterinario? ¿Ustedes aceptarían hacerse un tratamiento de conducto con un doctor que estudió por wikipedia?
Les reitero que mi intención ahora no es renunciar porque sería darles el gusto a los que quieren destruir la carrera. Porque si ustedes se quedan sin docentes, la carrera indefectiblemente, se cerrará.
Luchen por la carrera y cuenten con mi apoyo. Me apenaría mucho que se cierre un proyecto tan lindo que ayudé a construir
Cordiales Saludos
Juan Antonio Lázara
Prof. Titular de Arqueología y Liturgia I y II
Carrera de Teología y Religiones Comparadas
Universidad Nacional de La Rioja