Con total irresponsabilidad, la intendenta Inés Brizuela y Doria acude a la necesidad de los trabajadores haciendo un uso de ella. Ya lo dice el famoso dicho «con la necesidad de la gente más necesitada no».
Pero evidentemente lo puede más el rol bajo el desespero ya que los números de encuestas propias de la municipalidad no dan a favor y es por ello que se ven obligados a tomar tales decisiones, como el pase indiscriminado de un número impresionante de personas cuando ni siquiera tienen los recursos financieros para sostener dicha acción, en otras palabras, para sostener a los trabajadores que fueron «pasados a planta permanente».
En este sentido, fueron muchos los funcionarios que se pronunciaron en contra repudiando y catalogando el accionar bajo la etiqueta de irresponsabilidad total.
El principal objetivo sería, y está más que visto que es un hecho, generar conflicto en base al desequilibrio, sacar a la calle a los trabajadores que recibieron la lluvia de promesas en una jugada para dar brote al malestar general desembocando en el caos, perjudicando más aún a los trabajadores.
Hay que tener en cuenta y vale agregar, que nunca se solicitó a la provincia la partida presupuestaria como marca la Ley administrativa, jamás hubo un consenso.
Repudio y pronunciamiento en contra del accionar de Inés Brizuela y Doria,
Paredes Urquiza consideró que la intendenta debió “ser responsable” al designar personal en planta.
Es que el Gobierno niega que haya autorizado en el presupuesto el pase a planta de unos 700 trabajadores municipales. “Quisiera creer que la intendenta antes de tomar la medida realizó las gestiones pertinentes para contar los fondos necesarios; la administración responsable requiere que así los sea” expresó el exintendente Alberto Paredes Urquiza.