Nalbandian se despedirá del público argentino con el que logró formar un lazo irrompible tras mil batallas por Copa Davis, en un par de exhibiciones ante el español Rafael Nadal, la primera el 21 de noviembre en el Orfeo de Córdoba, y la segunda el 23, en el estadio de Corrientes y Bouchard.
«El hombro no me está ayudando a entrenar con la exigencia que requiere el circuito», justificó su dura determinación Nalbandian que brilló en el circuito durante más de una década y donde fue el abanderado de la Legión Argentina desde que llegó a la final en Wimbledon, en 2002 (se le escapó ante Lleyton Hewitt).
«Estuve entrenando con el equipo de Copa Davis antes de que los chicos viajen a República Checa. El hombro me responde a muy corto plazo», agregó, con dolor, Nalbandian.
El cordobés llegó a estar en el tercer puesto del ranking durante 12 semanas consecutivas en 2006 (desde el 20/3 hasta el 7/8), jugó 383 partidos (perdió 192) y logró 11 títulos en singles, entre ellos el Masters de Shanghai, en 2005, tras derrotar en una final inolvidable al suizo Roger Federer.
«A lo largo de tantos años de circuito fui cosechando muchas amistades en el mundo, muchos fans y si puedo hacer algo ojalá pueda hacerlo por muchos lados. En Argentina se hizo muy popular este deporte en el último tiempo», adelantó algo de lo que planea para el futuro.
Y se despidió recordando lo que fue su gran anhelo: la Copa Davis: «Las imágenes que me hacen lagrimear son las de la Copa Davis. El afecto de la gente, la atmósfera que se vive ahí no se vive en ningún lado, tal vez esa sea una espina, pero se dio así». Se retiró el Rey David, viva el Rey.