Los vecinos de Chamical observaron cómo durante horas Vera, condenado a perpetua, saludaba a la gente que pasaba por el lugar y sobre todo charlaba con un hermano suyo y una mujer, señaló este domngo el diario El Independiente.
De acuerdo a la información recabada, Vera se encontraba el 31 de diciembre por la tarde, en remera, bermuda y unos mocasines, sentado en un pequeño portal, a la sombra, precisamente junto su hermano y una mujer, al costado del supermercado, “X Día”, sito en calle Perón, ubicado a dos cuadras de su hogar y a 150 metros de la plaza principal en barrio Centro.
Según fuentes judiciales, el ex comisario había obtenido hace varios meses atrás “Prisión Domiciliaria”. Al parecer había solicitado tal beneficio bajo el argumento que su esposa, varios años menor que él, padece una enfermedad grave.
No obstante esta medida es estricta en el sentido de que no puede salir ni un centímetro del lugar establecido. De ser así tal “permiso” se “cae” y el condenado debe regresar a la cárcel para continuar con la pena otorgada por el tribunal.
Hasta el momento se desconoce en este caso quién es el responsable en este caso de haberle brindado el beneficio, que será el mismo que inmediatamente deberá actuar ahora para devolverlo a la cárcel al condenado.
En caso de que la Justicia no actúe por su cuenta, aquellas personas que se vean damnificadas por esta situación, se podrán presentar en Fiscalía Federal y presentar la denuncia para que se revoque la “prisión domiciliaria”.
LA SENTENCIA
El 7 de diciembre 2012, luego de 36 años, el tribunal presidido por José Camilo Quiroga Uriburu; e integrado por los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Julio Lascano y Karina Perilli; sentenció a Domingo Benito Vera, y a Luciano Benjamín Menéndez, Luis Fernando Estrella a la pena de prisión perpetua en cárcel común, por lo que el ex comisario debía pasar el resto de su vida en el Servicio Penitenciario Provincial.
En la oportunidad a Vera puntualmente se lo condenó por el delito de “privación ilegítima de la libertad, calificada por simulación de autoridad pública”, encuadrada en dos hechos en concurso real.
Y se lo encontró responsable de “Homicidio Doblemente Calificado por Alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Gabriel Rogelio Longueville; y Homicidio Triplemente Calificado por Alevosía por el concurso premeditado de dos o más personas y ensañamiento en perjuicio de Carlos de Dios Murias.