En una entrevista con Radio Fénix en octubre de 2021, el ahora diputado nacional Martín Menem, entonces candidato a diputado provincial, expresó una crítica contundente sobre la situación en La Rioja y la función del Estado. Menem afirmó que «más de la mitad de La Rioja me duele, hay mucha necesidad y el Estado no está presente». Este comentario refleja una visión crítica sobre la ausencia del Estado en cuestiones clave para el bienestar de la población, pero… ¿Cómo ve ahora el joven Menem al Estado?
En ese momento, el diputado subrayó que su espacio político buscaba ofrecer una alternativa distinta con caras nuevas, destacando la necesidad de transparencia en la política y de no tomar medidas a espaldas de la gente. Este discurso sugiere una propuesta de cambio radical en la forma de hacer política, basada en la transparencia y en la cercanía con las necesidades de la gente, sin embargo, se conoció en los últimos días una versión que se contrapone sobremanera a este Martín Menem, que se niega a responder un mensaje de una deportista riojana, argentina, nanadora de aguas abiertas que le solicita una ayuda para poder representar a La Rioja. Asimismo, esta deportista agradece al Estado presente que encabeza Ricardo Quintela por brindar una mano a quienes no pueden lograr sus objetivos por la falta de recursos.
Es interesante contrastar estas declaraciones con las opiniones y actuaciones actuales de Menem respecto al Estado. A menudo, los políticos critican la falta de presencia del Estado durante sus campañas para luego, una vez en el poder, enfrentarse a los desafíos de gobernar y administrar los recursos públicos.
Hoy en día, la situación económica y social de La Rioja sigue siendo un tema de debate, y la postura de Menem respecto a la presencia del Estado en la vida cotidiana de los riojanos continúa siendo un punto de interés, ya que el partido de Javier Milei hace todo lo contrario y el gobierno de la motosierra no hace más que dificultar la vida, de negar la comida, mezquinar los recursos, dejar vencer las vacunas, cerrar los trabajos y eliminar los sueños.
La promesa de un Estado más presente y eficiente es un anhelo por el que nadie debe dejar de luchar, debería ser una constante en los discursos políticos de vanguardia, pero la implementación de estas promesas es lo que realmente determina el éxito de cualquier administración, del sello político que sea.
La historia de las críticas al Estado y la búsqueda de alternativas políticas en 3l sector privado no es nueva. Sin embargo, es crucial observar cómo los discursos de campaña se traducen en políticas concretas una vez que los candidatos asumen cargos de poder. Cuando Quintela propuso «Pan, Techo y Trabajo», inexorablemente cumplió.
La necesidad de atender las demandas de la gente y de bregar por su bienestar sigue siendo un desafío vigente. La promesa de Menem en 2021 de no tomar medidas a espaldas del pueblo es una promesa que muchos ciudadanos esperan ver cumplida, aunque después se enteran de que es precisamente Martín Menem quien opera a favor de los intereses de «la casta» y el primero en exigir aumentos en sus dietas, al Congreso de la Nación. Con el agravante especial del contexto de alta necesidad y desigualdad social.
La clave está en transformar el discurso crítico en acciones concretas que beneficien a la comunidad, asegurando que el Estado sea realmente una herramienta al servicio del bienestar social y no una entidad lejana y desconectada de las realidades cotidianas de su gente.