Seguimos repasando #LoMejordelAño, en esta ocasión con una columna de opinión que publicamos la semana anterior a las elecciones del 5 de Julio. Aquí la nota:
Queda poco más de un mes para que los riojanos elijamos a quien va a conducir los destinos de la Provincia durante los próximos cuatro años. A pesar de la insistencia del oficialismo y sus medios por instalar la idea de peronismo vs radicalismo, el 5 de Julio no habrá una disputa partidaria, sino que se pondrá consideración la continuidad del Gobierno Provincial. Quienes estén de acuerdo con el Modelo Bederista votarán a Sergio Casas, mientras que aquellos que se consideran opositores y creen que se terminó el ciclo de Beder Herrera en el Poder, optarán por Julio Martínez.
La próxima elección va más allá de los nombres que figuran como candidatos. En el 5J el verdadero protagonista es Luis Beder Herrera; el gobernador plebiscitará su gestión y el riojano deberá elegir entre continuidad o cambio, entre Beder Herrera SÍ (Casas) o Beder Herrera NO (Martínez). Ahora bien, qué es lo que va a continuar –o no- dependiendo del resultado de las elecciones.
Los funcionarios de mayor rango (Ministros y Diputados) del Gobierno Provincial sostienen que “hay que defender el Proyecto, decir que es necesario continuar con este Proyecto”. Ese es el mensaje que reciben de boca –o ‘mensajito’- del Gobernador y transmiten a los funcionarios de segunda, tercera y cuarta línea. A priori debiéramos hacer una corrección conceptual: el bederismo es un Modelo de Gobierno, lejos está de llegar a calificar como ‘Proyecto’.
La definición política de Proyecto nos dice que “suele hablarse de proyecto político para nombrar a las medidas de un gobierno o las propuestas de un partido político que aspiran a contemplar los intereses y las necesidades de todos los habitantes de un País o Provincia, sin centrarse en una única región y sin tener en cuenta las presiones extranjeras; un proyecto, en este caso, pretende ser un programa político que tenga en cuenta los planteos de ciudadanos de distintas clases sociales, orígenes, zonas de residencia, etc.”. El bederismo NO tuvo en cuenta a todas las clases sociales (sueldos más bajos del país y 80% de pobres) y cedió ante las presiones de los grupos concentrados de poder (la última prueba es la venta de EDELaR al grupo accionario del ‘procesado’ Jorge Neuss).
Habiendo aclarado eso, hablaremos de Modelo Bederista. El objetivo de Luis Beder Herrera fue poner fin a la dependencia financiera casi exclusiva que tiene la Provincia con Nación. Para ello luchó incansablemente por la ‘autodeterminación’ económica de la Provincia. Evidentemente, y con el diario del lunes, se pude aseverar sin temor a equivocarse que fracasó: hoy La Rioja es una de las Provincias que más fondos recibe del Gobierno Nacional. Sin embargo, para poner fin a la dependencia con Nación, el bederismo tenía dos armas fundamentales: la Minería y las SAPEM.
Megaminería y SAPEM
Pagar el costo político que significaba un repentino y abrupto cambio de postura (llegó al Gobierno con el NO a la Minería) era un sacrificio que se debía hacer por el bien del Modelo que pretendía instaurar. Las bondades económicas que traería el desarrollo Minero en Famatina harían olvidar –con el tiempo- los enojos provocados.
El NO rotundo en incansable de los famatinenses impidió que el Gobernador avance con la destrucción de nuestro Pueblo. Ni siquiera el atropello y la violencia de Felipe Álvarez, que ordenó la brutal represión a los vecinos de Famatina (creer o reventar, ese mismo funcionario hoy es candidato a vice intendente en Capital) pudo intimidar a los asambleístas. La Rioja le dijo NO a la Megaminería. El primer intento de Modelo Bederista había fracasado.
La otra idea brillante para fomentar la autodeterminación fueron las SAPEM: incentivar empresas estatales propias para que la producción, trabajo y ‘dinero’ queden en La Rioja. La corrupción se instaló de manera irrisoria e incontrolable en las empresas estatales, y solo sus ‘directivos’ fueron los beneficiados. Los riojanos seguimos sin ‘conocer’ los números de las SAPEM. El año pasado, Beder inició una privatización encubierta de las SAPEM: el estado riojano hizo el esfuerzo inicial e invirtió millones, para que luego ‘manos privadas’ y ‘amigas’ obtengan sus beneficios. El segundo intento del Modelo Bederista también fracasó.
Beder Herrera quiso instaurar un Modelo, el del fin del sometimiento con Nación y la autodeterminación económica; pero fracasó en el intento. La Minería y las SAPEM no resultaron, por el contrario, son las dos ‘mochilas de plomo’ con las que carga el Gobierno según todos los sondeos. Otro dato que demuestra el fracaso de la insinuación del Modelo Bederista para finalizar con el sometimiento con Nación: La Rioja es la segunda provincia –solo superada por Santa Cruz- que recibe más fondos por habitantes por parte del Gobierno Nacional.
A la hora de esgrimir logros de gestión, los bederistas hablan de ‘pagar los sueldos en tiempo y forma’, ‘construir viviendas’ y ‘hacer obras’. Si con esos argumentos quieren convencer que es imprescindible la continuidad debederismo, el futuro no es promisorio. No hace falta ser del ‘Modelo bederista’ para cumplir con eso, ni siquiera peronista; cualquier dirigente responsable que administre los recursos que envían desde Nación, puede hacerlo.
La excusa ‘viviendas’ y ‘obras’ es peor aún que la de los sueldos: los fondos con los que se hacen dichas obras y viviendas provienen del Gobierno Nacional. Todas las viviendas son construidas con fondos nacionales, no hace ni una sola casa con fondos propios. Igual suerte corren las obras: por ejemplo, la totalidad de fondos que se necesitaron para hacer el Superdomo son provenientes del Gobierno Nacional.
Desde las PASO del 2013 existe la sensación de que la ciudadanía ya no come vidrio como antes: no se puede hablar de Proyecto cuando estar en el poder se limita a manejar la ‘caja’ y los fondos que provienen de Nación. Hagamos un paralelismo con nación para clarificar el escenario: el Kirchnerismo te puede gustar o no, pero no caben dudas que existe un Proyecto que respalda al Gobierno. Recordamos un párrafo de Alfredo Zaiat que lo sintetiza magistralmente: “Desde el inicio, con Néstor Kirchner, quedó claro que la economía estaría subordinada a la política, lo opuesto a la dinámica dominante de las experiencias de gobiernos anteriores. Los principales acontecimientos en materia económica que se desarrollaron a lo largo de estos años tienen la marca a fuego de esa definición de origen. Por eso no hay preaviso, planificación o previsibilidad en iniciativas fundamentales de la economía kirchnerista. Entre las principales, la cancelación de la deuda con el FMI, el fin de las AFJP, la Asignación Universal por Hijo, el pago de deuda con reservas, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, las diferentes estatizaciones hasta la de YPF…”.
No se trata de defender al Kirchnerismo, sino de diferenciar la existencia de un Proyecto –con el que poder coincidir o no- de la mera administración de recursos que vienen de arriba (Nación).
El Modelo Bederista se basaba en Megaminería y SAPEM, y fracasó. El 5 de Julio en La Rioja se pone a consideración –basicamente- esas dos cuestiones: la Megaminería y la corrupción de las SAPEM. Si el pueblo riojano cree que el Gobierno debe insistir con la Megaminería, a pesar de no tener licencia social, seguramente elegirá a Sergio Casas; si, en cambio, se reconoce la histórica lucha de los famatinenses, se optará por Julio Martínez. A su vez, si se coincide con las SAPEM y la corrupción que reina entre sus directivos, se elegirá a Sergio Casas; pero si se dice ‘Basta’ a la corrupción bederista, se beneficiará Julio Martíne.
A partir de estos dos ejes, se ramifican los otros ámbitos. El Modelo Bederista se enfocó en la Megaminería y las SAPEM, descuidando la Salud, Educación, salarios y Seguridad. Si el riojano cree que el Sistema Sanitario no está en Crisis, que La Rioja sigue siendo tan segura como antes, está conforme con su sueldo y piensa que la Educación marcha en andariveles, votará por la continuidad, por Sergio Casas. Si, en cambio, el elector considera que vivimos una de las peores crisis sanitaria de la historia, que –según estudios del Ministerio de Educación de la Nación- tenemos los peores niveles de educación de la historia, analiza que tenemos los sueldos más bajos del país y la inseguridad dejó de ser una sensación para convertirse en una realidad, votará a Julio Martínez, el cambio.
El 5J los riojanos no elegimos entre Julio Martínez y Sergio Casas. En las próximas elecciones decidimos cambiar o seguir como estamos, optamos por sacar al Bederismo del Poder o permitir que sigan gobernando los mismos que hace 32 años están arraigados a las arcas del Estado.
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No pertenezco a ningun partido politico, gracias a dios! Ni le.dbo nada a nadie, no tengo amiguismos con ningun politico, menos ayudas d planes nl nada q se le parezca, las cosas q tengo me la gano con el trabajo independiente y con mucho sacrificio. yo prefiero un cambio para mi Rioja querida, x eso voy a votar a martinez, como creo q la mayoria, no por q sean radicales, simplemente es un voto castigo para el bederismo….me tiene harta el bederismo y las hienas que tiene alrededor… vamos x el cambio gente!!