Queridos compañeros de lucha, llegamos a ustedes por esta vía, la de la palabra, para hacerles saber que los tenemos presentes en esta lucha por una UNLaR democrática que pueda satisfacer las demandas cada vez más complejas con que la sociedad, esta dinámica sociedad del siglo XXI, nos desafía.
Despertamos luego de años de despotismo, nepotismo y corrupción, largos años en los que la cooptación y el miedo caminaron como perros de caza por los pasillos de la UNLaR y despertamos dispuestos a jubilar lo que ya es hojarasca y olvido.
Materia de la necesaria memoria, pero también parte de un pasado que se supera. Una UNLaR que pueda contener toda la diversidad del pensamiento es posible, una UNLaR que pueda pensar con libertad esta provincia y este país, también. Deseamos fervientemente que este despertar nos encuentre juntos, comprometidos con los cambios que esta hora de la historia señala con urgencia. Esta lucha es nuestra y es de todos, juntos podremos ganarla.
Sus compañeros de la UNLaR Capital.