Las dádivas de un sector del Bederismo para las elecciones del 27O fueron inocultables; absolutamente toda la Provincia lo observó y atestiguó. Haciéndose eco de ello, el Gobernador reconoció lo sucedido y pidió disculpas públicas, desatando un debate interminable. Por su parte, la oposición aprovechó para nacionalizar el tema y machacar su imagen.
Desde RiojaLibre nos preguntamos ¿Hizo bien el Gobernador en reconocer un hecho que todo el mundo sabe, pero que nadie se anima a hacerse cargo?
A favor del Gobernador hay que decir que la ‘honestidad’ NUNCA es mala consejera, y más aún para un político. Además, debiera reconcérsele el coraje para asumir un error, sabiendo que se le vendría una cataratas de críticas tras dicha confesión. Otro dato: ¿Qué Gobernador, Intendente o Presidente (que tiene ‘la caja’ en su poder) puede tirar la primer piedra para acusar de ‘dádivas’ sin haber incurrido en el mismo pecado?
En contra de Beder Herrera se puede afirmar que sabía de la situación de antemano ¿Por qué no la detuvo antes que se produzca? Si es cierto que está arrepentido, ¿Por qué no castiga (obligándolos a renunciar) a quienes más alevosamente llevaron a cabo esa práctica viciosa de la política?
En fin, sentite en total libertad para opinar. Lo ideal sería olvidarse del ‘corazoncito político’ (ya sea radical, Quintelista o Bederista) y hacer una reflexión legítima. Desde RiojaLibre no terminamos de construir una opinión formada: vemos con buenos ojos la confesión de Beder (para solucionar un problema, primero hay que reconocerlo), pero no nos termina de cerrar que no se haga nada al respecto.