De esta manera, el gobierno de Quítela cierra la primera semana del 2022 con un avance en materia de derecho laboral que impacta positivamente en los trabajadores precarizados del municipio capitalino, luego de que la intendenta Brizuela y Doria aprovechara esta condición para sumarlos de manera inescrupulosa en su estrategia electoral.
Este significativo número de pases a planta en Capital, surge luego de las elecciones, fruto de las charlas entre el Gobernador y los trabajadores municipales, quienes habían iniciado un plan de lucha contra la Intendenta. Antes, la apertura del Gobierno provincial para trabajar la problemática de manera conjunta con el municipio chocaba con los planes del espacio político de la Intendenta, que necesitaba mantener velada la naturaleza del problema para usarlo en beneficio propio.
Así contextualizó Quintela el anuncio: “Al iniciar la gestión fuimos claros en nuestra política pública de desprecarización laboral de las trabajadoras y trabajadores, nos comprometimos a que, dentro de las posibilidades, íbamos a ir mejorando la situación laboral de quienes lo requieren”.
Y continuó: “Dimos nuestra palabra a las y los trabajadores municipales de Capital, que como lo venimos haciendo en toda la provincia, íbamos a hacer los esfuerzos necesarios con responsabilidad, para darle una solución a la situación que atraviesan y que les permita mejorar su calidad de vida”.
“Por eso, es que hoy queremos anunciar que a partir de enero incorporamos a 381 de ellos a la planta del Estado, quienes cobrarán su primero sueldo en el mes de febrero”, concluyó.
Por el otro lado, lamentablemente, en los dos años que Brizuela y Doria lleva al frente del municipio, nunca tomó este problema en serio, solo lo uso para operar electoralmente. Es más, en este tiempo no hay ejes de gestión visibles con relación a la demandas de la comunidad.
Sí quedó bien patente su impronta de alineamiento a JxC. No hubo bajada u operación emanada desde el “macrismo” a la cual Brizuela y doria no adhiriera, por más descabellada o violenta que resultara en la provincia. La especulación para fortalecer su proyecto de poder es el rasgo más distintivo de su gestión.
En los últimos tiempos usó la cuestión de la coparticipación para operar con los medios porteños, victimizándose, lo cual en lo local no le reditúa en nada. Aquí en la provincia todos saben que ella conoce bien el problema de la coparticipación, ya que fue legisladora provincial cuando se logró la primera Ley en la provincia, y es consciente que para cambiarla, en términos democráticos, hace falta una reforma que desde su espacio se niegan a discutir.