Redacción de RiojaLibre
Cuando cuadras y cuadras están repletas de personas es difícil calcular con precisión la cantidad de ciudadanos que participan de una movilización. Si bien las cifras oficiales hablan de 35.000 riojanos, no sería extraño que el número final ascienda a cuarenta mil o –incluso- rose los 50.000.
Pero cuando nos enfrentamos a un evento de esta magnitud, el ‘número’ deja de ser importante. Sí -en cambio- vale remarcar que la marcha del 8 de Octubre de 2013 será recordada como la mayor movilización de la Historia de La Rioja, superando al cierre de campaña de Carlos Menem como candidato a Presidente. Para ser lo más claro posibles: Impresionante e Incalculable son los calificativos que mejor encajan para referirse a esta Movilización.
¿Cómo Definir el impacto de semejante Movilización? Ni el mejor analista del mundo podría apartarse de la emoción y contagio que provocaron las miles y miles de almas que inundaron la Movilización, y analizar objetivamente su impacto. A priori, solo se puede decir que las autoridades que todavía tienen el tupé de resistirse a renunciar, tendrán que olvidarse de la necedad y obstinación que los invade. Ni el más terco del mundo puede resistir semejante muestra de poder.
En un tramo de la marcha (fue imposible cubrir la totalidad debido a las cuadras que abarcaba) se escuchaban cánticos como “Que se vayan todos, que no quede… ni uno solo” o “Después vamos por más”. Hasta tuvieron tiempo para cantarle el Feliz Cumpleaños al ex Rector Enrique Tello Roldán.
Unos metros más adelante, se destacaron la presencia de chicos marchando en calzoncillos y mujeres en ropa interior; casi desnudos. Nos acercamos y nos explican que es para graficar que “la UNLaR estuvo ‘desnuda’ durante mucho tiempo”. Las máscaras y capuchas para mimetizarse con ‘terroristas’ ya se convirtieron en un clásico; se ven en muchos manifestantes.
No deja de sorprender que entre tanta gente, no se haya observado ninguna bandera o pancarta partidaria. Esto habla del respeto que ha demostrado la sociedad toda ante estos chicos y docentes que comenzaron la marcha. No se trata de quintelistas, bederistas, radicales, oficialistas y opositores; no existieron colores políticos. Todos marcharon por una misma causa: Fin de la Tiranía e instauración de la Democracia en la UNLaR.
Para entender el carácter histórico de esta movilización, es necesario entender que trasciende las fronteras de nuestra Provincia. Habría que buscar antecedentes en todo el territorio argentino sobre una movilización con tanta convocatoria, sin ninguna identificación política, acto de violencia o clientlismo. Realmente, es difícil de encontrar un acto de esta magnitud que esté ajeno a esos vicios de la política.
Podemos equivocarnos (es el peligro que conlleva el hecho de redactar en ‘tiempo real’), pero creemos que no debe desviarse el objetivo ni la mira: esta multitud marchó por Democracia en la UNLaR. Podría interpretarse que semejante convocatoria excede los males que aquejan la Casa de Altos Estudios y apunta a reclamos dirigidos a los Gobernantes. No sería descabellado analizarlo, pero se le estaría restando protagonismo a los estudiantes y docentes que comenzaron esta protesta; lo hicieron pidiendo Democracia en la UNLaR, y desviar el análisis sería una manera de menospreciarlos.
Para finalizar, solo recordamos que el Lunes 16 de Septiembre (un día antes de la primer movilización con apenas 1000 personas) nuestro columnista se animó a comparar el reclamo de los estudiantes riojanos con la histórica Reforma del 1918 en la Universidad Nacional de Córdoba (Click aquí). Algunos nos acusaron de ‘exagerados’, ‘vende humo’ y –hasta- ‘amarillistas’; hoy los riojanos nos demostraron que no estábamos equivocados: esta protesta no tiene nada que envidiarle a aquella de hace 95 años.