La denuncia en el ámbito de la Justicia Federal había sido presentada por la Procuración de la Universidad durante la gestión de Tello Roldán, argumentando delitos de privación ilegal de la libertad, terrorismo y financiamiento del terrorismo durante “la Toma” de la UNLaR. Se conoció esta semana la desestimación de la misma por parte de la Justicia.
Por otra parte, se anunció que la Universidad se constituirá como querellante en una causa iniciada a raíz de una investigación que dio como resultado “pruebas contundentes de los delitos de violación de deber de funcionario público, sustracción de documentación pública y falsedad ideológica”. A ello se suma la falta de rendición de cuentas de viáticos por parte de los ex funcionarios. Se informó desde la UNLaR que “actualmente existen más de 1500 expedientes que no han podido ser justificados por las autoridades anteriores”. Por ello se los está intimando a devolver importantes sumas de dinero.
En este sentido, se comunicó que una de las principales intimadas es Cecilia Tello Roldán, hija del antiguo rector, cuya deuda con la UNLaR, según el sistema SIU _ SIPEFCO, asciende a $249.464,72 (pesos doscientos cuarenta y nueve mil con setenta y dos centavos) cobrados entre los años 2008 y 2013, de los cuales, hasta ahora, ha devuelto sólo tres mil. Además, ya comenzaron a devolver dinero, Carolina Romano Casco $8278 (pesos ocho mil doscientos setenta y ocho) y Ricardo Adi más de $3000 (pesos tres mil).
“El terrorismo no existió”
Respecto a las denuncias presentadas contra la actual gestión universitaria, cabe recordar que, a fines de abril del corriente año, la Justicia Federal ya había desestimado la denuncia presentada por Gordillo, Asís Filonzi y Escobar, por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. Con esta nueva desestimación que se dio a conocer, ya no quedan más causas penales en contra de las autoridades, docentes, no docentes, alumnos, miembros de la comunidad universitaria, instituciones sociales y cualquier miembro de la comunidad en general que hubiere participado en los acontecimientos ocurridos durante “la Toma”, se informó oficialmente.
De esta manera, continúa el proceso de reacomodamiento en la UNLaR, con lo que se consideró “una nueva reivindicación para todos los miembros de la comunidad universitaria y de la sociedad riojana que acompañó la toma de la Universidad. El terrorismo no existió”, se afirmó.