En febrero, el índice de ventas totales en supermercados a precios constantes que difunde el Indec dio cuenta de una caída de 11,4% respecto a igual mes de 2023, mientras que en el acumulado del primer bimestre la merma alcanzó al 12,7%. No es casual; entre diciembre y marzo de este año, el poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil cayó un 20,6% y el de las jubilaciones mínimas un 34,4%, según un informe del Foro Economía y Trabajo (Foroeyt).
En febrero de 2024, las ventas efectuadas mediante tarjeta de débito sumaron 375.961.911 miles de pesos, lo que representó el 31,5% de las ventas totales y una variación positiva de 277% respecto al mismo mes del año anterior. Las ventas a precios corrientes abonadas con tarjeta de crédito sumaron un total de 483.315.468 miles de pesos, lo que representa el 40,5% de las ventas totales y una variación porcentual respecto a febrero de 2023 de 329%.
Si se observa la tira de los últimos meses, el aumento interanual del uso de la tarjeta de crédito se incrementó fuertemente. En noviembre, la suba de este medio de compra había sido del 173,1% en noviembre, en diciembre se disparó al 243,3% y en enero al 292,3%.
Comparado con febrero de 2023, el uso del plástico en crédito representaba el 35,7% de las ventas totales -cinco puntos menos que el valor actual- y había crecido 111,7% contra el año previo. En términos nominales, las ventas por esta vía habían acumulado 112 mil millones de pesos el año pasado, mientras que en febrero de 2024 se dispararon a los 483 mil millones de pesos
En paralelo, los grupos de artículos con los aumentos más significativos respecto al mismo mes del año anterior fueron: “Panadería”, con 341,5%; “Artículos de limpieza y perfumería”, con 337,1%; “Almacén”, con 309,3%; y “Lácteos”, con 276,4%.
“¿Qué cambios espera durante los próximos tres meses respecto al número de personas empleadas en su empresa?”, preguntó el Indec. En diciembre del año pasado, el 21,8% de los encuestados respondía que tendría que disminuir personal en el corto plazo. Para febrero, dicho guarismo llegó al 25,8%.
Respecto a las perspectivas, el 46,8% de los encuestados respondió que su nivel de ventas es malo, lo cual representa la peor cifra registrada en la bases estadísticas del Indec. Al ser consultados sobre lo que pasará en los próximos tres meses, el 45,2% consideró que la situación empeorará, el 51,6% y apenas el 3,2% piensa que mejorará.
En diálogo con El Destape, el diputado nacional de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires y ex ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, se mostró preocupado por las deudas que están tomando las familias para hacer frente a la situación económica y advirtió que un fenómeno que se observaba específicamente en los segmentos sociales más pobres, ahora viró también a la llamada clase media.
«Se empieza con el mínimo de la tarjeta de crédito, luego se va al prestamista que presta al 500 % anual, luego al que tiene droga y billetes», enfatizó Arroyo. Manifestó que “son deudas para pagar alimentos o el alquiler”, por lo cual propone que “cuando se llega a pagar el doble de la deuda, ya se dé por pagada esa deuda: una cosa de pura racionalidad». Y agregó: «Si no es pagar la deuda varias veces y siempre se vive pagando deuda. Son cosas que pasan toda lógica, llamarlos usurarios es demasiado generoso”.
El ex ministro de Desarrollo Social apuntó que la liberación de la tasa de interés que determinó el gobierno de Javier Milei «promueve la disparada de la deuda familiar». En contrapartida, propuso fijar «un tope» a las rentas que se aseguran los bancos.
El mapa de las tarjetas en Argentina
Al revisar las cifras del ex Ministerio de Desarrollo Social, el 59% de los hogares tiene acceso al menos a una tarjeta de débito, el 46% al menos una tarjeta de crédito y el 10% al menos a una tarjeta vinculada con cadenas comerciales, mientras que el 26% no posee ningún tipo de tarjeta.
Los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) dependen en mayor medida de préstamos familiares (65%), uso del fiado (54%), créditos de prestamistas (32%) y préstamos de ANSES (28%) que aquellos hogares que no son beneficiarios de esta asignación.
Según la cartera oficial, los préstamos en gran porcentaje son para pagar gastos cotidianos (alrededor del 70% de los hogares solicitaron para pagar alimentos y medicamentos), de mantenimiento del hogar (50% de los hogares destinaron el dinero prestado a pagar impuestos, servicios y expensas, alrededor de 32% lo hizo para pagar el alquiler), para pagar deudas previas (50% de los hogares destina el pedido de dinero para pagar las deudas de fiado y otros préstamos, el 45% lo hace para pagar las deudas de las tarjetas de crédito), gastos de arreglos del hogar o del auto (30%), y para pagar cuotas de colegio y prepagas (28%).
Los hogares con bajos ingresos tienden más a destinar el dinero prestado a gastos de comida y salud (más del 75%). Además, cuando la jefatura de estos hogares es femenina, este porcentaje crece al 80%.