En la sesión especial de ayer, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto de exteriorización de divisas que autoriza al Ministerio de Economía a emitir el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (BAADE), el Pagaré de Ahorro para el Desarrollo Económico y crea el Certificado de Depósito para Inversión (CEDIN).
Durante su intervención, el diputado nacional por La Rioja Javier Tineo expresó: “Los pobres no usan dólares. Los trabajadores argentinos necesitan un Estado presente, que se ocupe de que haya una economía activa que distribuya el ingreso, que incluya a todos los argentinos y deje de sostener un modelo que el establishment intenta imponer todos los días a través de los medios, de concentración de la riqueza, de poder monopólico, de hegemonía completa del manejo mediático y de los nuevos arietes que ahora tienen las fuerzas de la derecha argentina para sostener su poder histórico”.
Y agregó: “No estamos haciendo un libro de poesía, sino recorriendo el mismo camino por el que venimos transitando desde el 25 de mayo de 2003, cuando asumió Néstor Kirchner: avanzar en la modificación de la matriz social y económica de la Argentina. Es un proceso transformador absolutamente ineludible y solo es el pueblo el que definirá su rumbo, no los grupos hegemónicos. No aceptaremos el pliego de condiciones del establishment, aunque venga presionando, ni tampoco que nos quieran gobernar desde una pantalla de televisión. En la Argentina el poder reside en la soberanía del pueblo y en sus decisiones, que en definitiva sostienen la legitimidad de este gobierno y de esta mayoría, que está trabajando y debatiendo fuertemente” siguió diciendo.
Tineo criticó a la oposición al decir: “Es risible que, como lo han hecho algunos colegas, nos pidan coparticipación cuando no han aprobado el presupuesto. Al considerarse el año pasado el proyecto de ley de presupuesto para este ejercicio se votó en contra de una cantidad de medidas que estaban incluidas en la asignación de gastos. La corrupción es no hacerse cargo de la propia historia. El famoso blindaje, el acto de endeudamiento del Estado más corrupto de nuestra historia política, significó 40.000 millones de dólares. Esa patraña financiera y económica es, justamente, la que, entre otras cosas, este gobierno buscó resolver al terminar de pagar el corralito famoso, que desprestigió largamente a la política argentina y a todos sus sectores”.
Y terminó diciendo: “En nuestra opinión, la base monetaria argentina debe responder a la economía. La plata que circula en la Argentina se produce a partir de la riqueza que generan sus recursos y sus trabajadores, y no la plata por sí misma. Esta es la matriz económica que queremos modificar. Estamos decididos a demoler el famoso sistema financiero que durante tantos años estuvo –y pretenden seguir haciéndolo‑ en manos de unos pocos, porque necesitamos que nuestro país se sostenga sobre la base de su actividad económica, su producción, su industria y sus políticas activas. Así, además de crecer –mal que les pese lo está haciendo‑, la Argentina seguirá incluyendo. Eso es, en definitiva, la distribución del ingreso”.