En 2018, cuando Macri presentaba el acuerdo con el FMI, nos pedía a los Argentinos que nos enamoremos de Lagarde:
Sorpresivamente, Christine Lagarde acaba de comunicar que renuncia temporalmente a la titularidad del Fondo Monetario Internacional para asumir la presidencia del Banco Central Europeo.
La noticia tomó por sorpresa a los principales interlocutores del gobierno argentino, particularmente al ministro de hacienda Nicolás Dujovne y al propio presidente Mauricio Macri, quienes son los verdaderos negociadores directos de los compromisos asumidos con el organismo de crédito.
La trayectoria de Lagarde parece justificar su nombramiento. Fue ministra de Economía de Francia durante la presidencia de Nicolás Sarkozy hasta abril del 2011 e inmediatamente asumió en el FMI como sucesora de Dominique Strauss Khan, involucrado en un caso de abuso sexual.
El nombramiento de Lagarde al frente del BCE tendrá efecto a partir del 1 de noviembre próximo y la funcionaria aclaró en su cuenta de Twitter que su alejamiento del FMI es solamente «temporal».
No se sabe aún si Lagarde permanecerá ligada al FMI hasta que asuma en el Banco Central Europeo o si desde este momento deja de tener el poder que actualmente tiene ni quien será su sucesor durante el tiempo que dure su mandato en el BCE.
En el gobierno analizan con preocupación la situación ya que desde el primer momento tuvo una notable disposición a dar curso a las peticiones financieras del gobierno argentino.
La cuestión principal es si tras su salida seguirá existiendo la misma capacidad de diálogo que existió hasta ahora y si esa posibilidad no complicará más de la cuenta la situación económica financiera del país si quienes la sucedan son más duros o exigentes que ella.