Hasta ahora se ha venido enfocando el análisis en que la división del Peronismo riojano, con dos candidatos fuertes a la Gobernación, le da una posibilidad histórica al radicalismo de llegar a la Gobernación. Sin embargo, otra línea de análisis deja una conclusión diametralmente opuesta: es la división del PJ entre Quintela y Beder la que le impedirá a Julio Martínez superar la barrera de los 70 mil votos necesarios para llegar a la Gobernación.
Hay tres motivos fundamentales por lo que Luis Beder Herrera no declinó su candidatura a la Gobernación. El primero es porque indudablemente mide muy bien en las Encuestas, y tanto en Casa de las Tejas como en la oposición reconocen que –sin en el arrastre de la Lista Larga- Beder lidera los sondeos de intención de voto.
El segundo motivo es el ‘compromiso con la gente’: desde Noviembre del año pasado, el ex Gobernador viene recorriendo Barrios de la Ciudad y algunos Departamentos, manteniendo reuniones con los vecinos en las que la gente le pide que ‘vuelva’. Beder asumió ese compromiso con la gente, y no estaba dispuesto a romperlo.
Si Beder no sostenía su candidatura a la Gobernación, el Intendente capitalino y el Vicegobernador ‘hubiesen ratificado’ su acuerdo político con Julio Martínez
Pero el tercer motivo, quizás el más importante en cuestiones de estrategia electoral, es que si Beder no sostenía su candidatura a la Gobernación, el Intendente capitalino y el Vicegobernador ‘hubiesen ratificado’ su acuerdo político con Julio Martínez. Desde comienzos de 2017, primero Paredes Urquiza y luego Néstor Bosetti, se acercaron progresivamente al líder opositor, llegando al punto de mostrarse juntos en la Quinta de Olivos junto a Mashasha y el Ministro del Interior Rogelio Frigerio.
Incluso, a principios de este año, en la previa de la Consulta Popular del 27 de Enero, Julio Martínez, Alberto Paredes Urquiza y Néstor Bosetti se mostraron juntos en una conferencia de prensa, compitiendo en la elección contra el oficialismo. Si Beder Herrera no hubiese irrumpido con su candidatura, ofreciendo una ‘tercera opción’ desde el peronismo, APU-Bosetti se mantendrían firmes en el frente opositor colectando votos para que Julio Martínez arribe a la Gobernación.
Hay números concretos que respaldan este análisis. Cuando Paredes Urquiza trabajó deliberadamente para Julio Martínez –en Octubre de 2017-, el radical superó los 90 mil votos y logró vencer a todo el PJ Unido, encolumnado detrás de Carlos Menem como candidato. La Unidad del PJ –con Beder, Casas, Quintela, y todos los Intendentes y Diputados con la sola excepción de APU- no alcanzó para triunfar ante la oposición.
Ese antecedente inmediato encendió la alarma de alerta en el Peronismo riojano. Hoy con toda el agua que corrió bajo el puente, hay una realidad inapelable: Paredes Urquiza rompió con Julio Martínez y trabaja para Luis Beder Herrera. Un dato para tener en cuenta: el propio Mashasha reconoció públicamente que “lo estábamos esperando (a APU) para cerrar las listas, y nos enteramos por una foto en Twitter que había acordado políticamente con Beder”.
La conclusión es clara: si APU no cerraba con Beder, cerraba con Mashasha.
Sin APU trabajando directamente para su espacio, la oposición riojana retrocedió de esos más de 90 mil votos en Octubre de 2017 a 62.000 votos en las PASO de este años. Claro está que la pésima gestión de Mauricio Macri en el Gobierno Nacional hizo su trabajo para semejante retroceso, pero el factor clave es el respaldo –o no- del Intendente capitalino.
En las PASO de 2017 APU ‘no jugó’ y Menem le ganó a Martínez (perdiendo por solo tres mil votos la Capital); dos meses después, APU acordó con Mashasha, respaldó públicamente su candidatura y el candidato radical logró dar vuelta la elección y vencer al PJ en la general (ganando por 18 mil votos la Capital).
En 2017, la tracción de votos de APU fue determinante y clave para definir la elección a favor de uno u otro espacio. Ese escenario se repetiría en 2019, y si APU continuaba aliado a Julio Martínez, la continuidad del peronismo en la Gobernación se vería seriamente comprometida. A ello hay que sumarle la postura del Vicegobernador Néstor Bosetti, que desde enero de 2018 se fue acercando progresivamente al frente opositor de Martínez-APU, trabajando todos juntos en contra del oficialismo en Enero de este año.
Hoy, con Paredes Urquiza y Bosetti apoyando a Beder Herrera, la polarización ‘dirigencial’ es entre el ex Gobernador y Quintela: a ningún Intendente o Diputado se le cruza por la cabeza trabajar por Julio Martínez, cosa que sí hubiese pasado si APU permanecía junto a Mashasha.
La candidatura de Beder Herrera a la gobernación destruyó ese frente, separando a los referentes peronistas de Julio Martínez. No se trata solo de los votos que puedan ‘colectar’ APU y Bosetti, sino de las adhesiones que podían captar en Intendentes y/o Diputados descontentos con el oficialismo, y seducidos por el frente en el que el Intendente capitalino sería un nexo fundamental.
Quintela o Beder
Hoy, con Paredes Urquiza y Bosetti apoyando a Beder Herrera, la polarización ‘dirigencial’ es entre el ex Gobernador y Quintela: a ningún Intendente o Diputado se le cruza por la cabeza trabajar por Julio Martínez, cosa que sí hubiese pasado si APU permanecía junto a Mashasha.
Si la división del peronismo logra fijar un techo electoral de 70 mil votos para Julio Martínez (en las PASO Juntos por La Rioja obtuvo 62 mil votos), la estrategia electoral habrá sido un éxito.
Si la división del peronismo logra fijar un techo electoral de 70 mil votos para Julio Martínez (en las PASO Juntos por La Rioja obtuvo 62 mil votos), la estrategia electoral habrá sido un éxito. Es que se calcula que votarán alrededor de 235 mil riojanos el próximo Domingo; es decir, que (sacando los 70 mil de Mashasha más 10 mil votos entre blancos, nulos y los otros dos candidatos –Goycochea y Corzo-) habrá 155 mil votos para repartir entre Beder y Quintela. Aún repartiendo esa cantidad de votos en cifra iguales, cada uno obtendría 78.500 votos y superaría cómodamente a Mashasha.
El tema será saber en cuánto se ubica el techo de Julio Martínez, cuántos votos más logra sumar a los 62 mil obtenidos por Felipe Álvarez en las PASO. En esta línea de análisis, la división del Peronismo lograría seducir tanto al caudal de votos del oficialismo, como al opositor; reduciendo a Julio Martínea al ‘voto duro’ opositor que históricamente respondió al radicalismo.
Ahora bien, en esa polarización dirigencial entre Beder y Quintela, el juego está totalmente abierto. Si bien la gran mayoría lleva a Ricardo Quintela en la boleta, el 90% de Intendentes y Diputados sostiene el diálogo con el ex Gobernador. Muchos de ellos ya le pidieron ‘votos’ a Beder Herrera para entregar el ‘voto armado’ con su lista en el estamento Gobernador, porque -argumentan- ‘en mi Departamento el Beder es imbatible’.
Durante el fin de semana se viralizaron en las redes sociales fotos del ‘voto armado’ Fernández-Fernández/Casas/Beder/Fonzalida/Gaitán, que ya entregaron varios candidatos a Concejales. Misma escena se repitió en Chamical, Chepes y Villa Unión.
Las ‘colectoras’ para el Concejo son fundamentales, porque son ellas quienes recorren las calles y entregan casa por casa el voto al vecino. Durante el fin de semana se viralizaron en las redes sociales fotos del ‘voto armado’ Fernández-Fernández/Casas/Beder/Fonzalida/Gaitán, que ya entregaron varios candidatos a Concejales. Misma escena se repitió en Chamical, Chepes y Villa Unión.
La madre de todas las batallas será en Capital, y allí Beder logró dar un gran paso durante la semana pasada, incorporando definitivamente a Néstor Bosetti a sus filas. Las cinco Colectoras que llevan a Bosetti como Intendente entregan el voto junto a ‘Beder Gobernador’. Estas cinco se suman a las 15 del paredismo, más cuatro Colectoras ‘maderistas’ que ya cerraron con el ex Gobernador. Hoy, el mano a mano en las Colectoras -en Capital- está 19 para Quintela y 23 para Beder Herrera. Las negociaciones son arduas y variarán día a día, pueden pasar muchas cosas hasta el Domingo.
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