Sobre el objetivo de la medida, Álvarez sostuvo: «la idea es frenar
situaciones injustas ante la caída dramática de la actividad y los
ingresos de la mayoría de lo comercios, pequeñas empresas y
emprendimientos familiares. Por eso lo urgente es darles tiempo y
herramientas para que no desaparezcan, para que puedan seguir activos
y manteniendo fuentes de trabajo, para que no cierren comercios y
empresas familiares que llevó generaciones enteras construir y hoy se ven
ahogados en deudas».
El proyecto suspende hasta fin de año los procesos de quiebra, impide
los embargos de cuentas bancarias y patrimoniales de sus titulares,
dando así un soporte que garantice también el mantenimiento de las
fuentes de trabajo. La iniciativa plantea una modificación a la ley de
concursos y quiebras vigente, al mismo tiempo que procura apoyar al
sector productivo mediante la habilitación de créditos que
les permitan sostener la actividad, recuperar crecimiento y pagar
deudas en la post-pandemia.
Felipe Álvarez destacó una situación que esperan atender con esta
iniciativa: «Son muchos los casos en que en estas crisis se ven
actitudes de especuladores, de algunos que se aprovechan de la
desesperación y las deudas de los comerciantes y emprendedores para
quedarse con sus negocios por unos pocos pesos. Ante la desesperación
aparecen los vivos de siempre a hacer ofertas para quedarse con estos
negocios por mucho menos de lo que valen. Hay que defenderlos. Hoy los
comerciantes y pymes están muy indefensos».
Acompañaron a Álvarez con su firma en este proyecto de ley los
diputados nacionales Juan Aicega, Gabriel Frizza, Federico Frigerio,
José Luis Patiño, Gustavo Hein, Eduardo Cáceres, Domingo Amaya,
Marcelo Orrego y Sebastián García de Luca.
El Proyecto completo: