Erlinda Natividad Pintor Luna es una anciana de 73 años que vive con su nieto en una precaria vivienda que alquila sobre calle San Isidro del barrio las Chacras. Dice que la anterior intendencia le prometió una vivienda y la actual le dijo que espere hasta el mes de octubre para ser incluida en un padrón de vivienda.
Necesita urgente una respuesta en materia habitacional teniendo en cuenta que es jubilada autónoma y su sueldo alcanza los 2900 pesos.Explicó que como no tiene un terreno propio no ha sido beneficiada con un una erradicación de rancho.
“Duermo vestida porque comparto la misma pieza con mi nieto”, contó con tristeza a El Independiente Digital.
Por otro lado está Ramón Sebastián Herrera, de 77 años, un ciudadano de esta misma localidad que vive en condiciones inhumanas. No posee luz eléctrica, ni instalación de agua corriente, como así tampoco baño, lo que hace que su situación sea de precariedad absoluta.
Entrevistado por nuestro medio digital Ramón señaló que posee una jubilación de 2 mil pesos y que se dedicó en su vida al trabajo rural. A diferencia de Erlinda, Ramón aduce ser dueño de la propiedad en la que vive (también por calle san isidro), por lo que demanda una erradicación de rancho.
Lo que complica aún más la situación de este hombre es el hecho de que padece alcoholismo, necesitando una doble asistencia del municipio. De nada le serviría, de hecho, conseguir la erradicación si no puede tratar su enfermedad.