Pablo cumple 19 años, vive en un country de Tigre y organizó una pool party (fiesta en la pileta). Son más de cien los invitados entre amigos, conocidos y amigos de amigos. La música electrónica que pasa el DJ suena sin parar y mientras algunos hacen cola en la barra de tragos, otros aprovechan el tobogán inflable para tirarse al agua una y otra vez. La fiesta comenzó con el sol en alto y terminará bien entrada la noche. Las pool party están de moda y son una buena excusa para lucir los cuerpos trabajados y divertirse bajo el agobiante calor del verano.
Estas fiestas, copiadas de Ibiza y Las Vegas, crecen de la mano de los countries, donde son cada vez más frecuentes. También se organizan en edificios con pileta o se ofrecen en eventos privados, reemplazando al boliche o el after office tradicional. Muchos hoteles ya se hicieron eco de esta tendencia y hacen festejos con esta modalidad. Lo que las unifica, sea de día o de noche, es la pileta como elemento diferencial.
En la fiesta de Pablo, Veronica (24) está de impecable cola less, llegó por una amiga de la hermana y no tiene idea quién es el cumpleañero. La música la guió hasta la casa y le parece “una buena experiencia compartir la fiesta”, aunque no todos sean sus amigos. Federico (19) sí conoce al homenajeado y ya tuvo varias pool parties. Le parecen divertidas porque “además de tomar algo, podés jugar en un inflable, algo que un boliche no te va a pasar” Florencia Rico, socia de Blum! Marketing, empresa que organiza este tipo de eventos, cuenta que “surgen como una necesidad de recuperar los espacios al aire libre y de relax, sobre todo para aquellos que desean disfrutar de un contexto que los remita al verano, aún estando en la ciudad. Si te acercan una propuesta en medio de la semana para romper la rutina y el calor, el éxito es asegurado”, explica Florencia, quien también afirma que “son un gran plan para los after work –eventos privados organizados por empresas–, destinados principalmente para un público entre 25 a 36 años que valora estos espacios de encuentro y distención entre amigos”.
Las fiestas pueden ser durante el día, la tarde o la noche. “Si es de día, seguramente la pileta se utilizará por los invitados. Si es de noche son muy pocos lo que utilizan la piscina y la pool party se convierte más en un escenario que en una experiencia de uso concreta”, agrega Rico.
Además de pileta lo que no puede faltar es buena música, bebida, catering y juegos. La ambientación también es un ítem del que se ocupan los especialistas. “Generar espacios de relax donde los invitados puedan rotar, sentarse y conversar es importante para que el evento sea dinámico” dice Rico.
El hotel City Center Rosario fue pionero en pool parties. Este es su tercer año consecutivo y recientemente organizó una fiesta para despedir el año que contó con DJ, livings, sectores vip, animación y bailarines. Tienen pensado repetirlas durante enero y febrero y el costo de la entrada es de $ 120, con consumición incluida. “Las fiestas son un suceso y se han transformado en un clásico del verano en la ciudad” comenta Romina Freijomil, gerente de Marketing y Comunicación.
En el Faena Hotel proponen los Sunset Parties. “El agua es la gran protagonista y el escenario ideal para compartir un momento único con amigos disfrutando del atardecer”, señala el general manager, Ariel Barrionuevo. Su público es un mix de argentinos y extranjeros de entre 20 y 40 años que disfrutan de los cócteles y la música que proponen los DJs en vivo durante una tres horas. Para participar no es necesario pagar entrada pero hay que estar invitado, ser huésped o tener el Daily Pool Pass, y la consumición es obligatoria.
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