Esta vez, el extraño ritual apareció en una plazoleta del barrio Santa Justina y los vecinos hablan de brujería. Es el tercero que aparece en esta semana en distintos puntos de la ciudad.
En la intersección de las calles Cerro de La Cruz y Cerro Oto, más precisamente en la plazoleta que divide los barrios Tambor de Tacuarí y Las Acacias, apareció este viernes un extraño rito. El mismo consistía en un fuentón de plástico con dos gallinas negras muertas, pochoclos, maíz, habanos, monedas y velas en su interior, con un papel que tenía escrito el nombre de un hombre.
Además, al costado había una botella de caña legui y otra de vino blanco, con dos copas.
Esta aparición causó temor entre los vecinos, que no se animaron a tocarlo y consignaron que a una cuadra de distancia había otro rito exactamente igual. La policía le prendió fuego y luego fue llevado por el camión recolector.
Con esto, ya son 4 los hallazgos de este tipo que se dan en distintos puntos de la ciudad en la última semana.
Radio Fénix consultó a una mujer que se identificó bajo el seudónimo “Pato”, perteneciente a la religión umbanda, quien explicó que podría tratarse de un trabajo que se hace para pedir alguna cosa a entidades superiores, como apertura de caminos, ayuda, limpieza, o incluso pedidos malos, como hacerle daño a otras personas.
En relación a esto, dijo que es una falta de respeto para la religión porque estos trabajos nunca se hacen en público y aclaró que solo un pai o una mai umbanda están autorizados a realizar este tipo de pedidos.