El peronismo riojano busca la Unidad de todas sus filas. No es la primera vez que lo hace, desde la derrota en las PASO del 2013 –cuando Julio Martínez venció a la fórmula del PJ encabezada por Tere Madera- comenzaron a apercibirse de que la oposición no estaba muerta, y que si seguían profundizándose las Internas dentro del Partido, inevitablemente el radicalismo ganaría espacio hasta ocupar el poder Provincial.
Allá por Agosto de 2013, Ricardo Quintela era el ‘chivo expiatorio’ que utilizaba el oficialismo provincial para ‘justificar’ la derrota frente a FCR. La ayuda de la dirigencia quintelista en Capital a la fórmula Martínez-Bordagaray fue decisiva para su triunfo en toda la Provincia. Sin embargo, pasaron los meses –y años- y Beder descubrió que no solo el ‘Gitano’ se le había revelado, sino que la gran mayoría de la dirigencia ya no obedecía sus órdenes ‘sin chistar’. Ya no bastaba con un mensaje telefónico, ni tampoco con aprietes extorsivos mediante ‘la Caja’ y el Tribunal de Cuentas: en el PJ cada dirigente de peso hace la suya y juega para su propio equipo, el bederismo –concebido como el espacio justicialista por excelencia- desaparece gradualmente.
Desde entonces, el cien por ciento de los dirigentes justicialistas repiten una frase que el 99% de esos mismos dirigentes no cumple: “nos tenemos que unir porque si no nos devora Mashasha”. El peronismo sabe que debe unirse para no permitir que Julio Martínez llegue –tarde o temprano- a la Gobernación, pero no lo siente. La unidad que se profesa –desde hace meses- en el Peronismo riojano es estrictamente por ‘necesidad’, y no por ‘convicción’ o sentimiento.
Muchas de las internas que se fueron profundizando desde hace años –y que el mismo Beder Herrera alimentó en sus respectivos momentos según las conveniencias electorales que perseguía– hoy son irreconciliables. “Nunca me vas a ver compartir una fórmula con Bosetti”, aseguró el Intendente capitalino Alberto Paredes Urquiza en una entrevista radial a #LosLaboranti para luego argumentar: “Somos muy distintos, tenemos concepciones distintas de la Política”. Esa misma ‘idea’ la repiten una interminable lista de dirigentes del PJ: Mario Guzmán Soria, Fernando Rejal, Alejandra Oviedo, etc.
Las fracturas en el PJ no solo se quedan en frases rotundas e impactantes, sino que las vemos reflejadas –día a día- en serios y graves enfrentamientos institucionales. El último fin de semana el Intendente de Chamical protagonizó un escándalo con la Policía tras negarse a hacer un control de alcoholemia luego de salir de una Fiesta Privada.
Su única defensa fue denunciar persecución: “Esto es una emboscada, una operación política de Claudio Saúl”. Daniel Elías no culpa a la oposición municipal ni a ningún sector de FCR (oposición provincial), sino al mismísimo Ministro de Gobierno y Seguridad de la Provincia. Resulta inadmisible que se hable –seriamente- de ‘Unidad’ cuando un Intendente lanza semejante denuncia sobre la figura política del Gabinete de Sergio Casas.
El gran dilema… ¿Quién Conduce?
Volvamos a la frase repetida casi a coro por los dirigentes justicialistas: “Nos tenemos que unir sino Mashasha nos lleva puestos”. Amén de las inocultables internas, todos coinciden en la Unidad, pero –de entrada- ya se vuelven a dividir a la hora de definir quién debe ser el Conductor de ese PJ Unido. Volvemos a citar a Paredes Urquiza, que oficia de vocero de una gran porción del justicialismo: “el conductor natural del Partido y de la Provincia es el Gobernador, en este caso, Sergio Casas”.
Casas es el Gobernador, pero no el Presidente del PJ en La Rioja, lugar que sigue ocupando el ex Gobernador Luis Beder Herrera. Esto provoca que muchos pongan un freno, cuestionando la legitimidad de la Unidad en el PJ. Un dirigente al que el 65% de la sociedad riojana repudió claramente en dos oportunidades (Octubre y Noviembre) en las Urnas, no parece ser el más indicado para comandar este proceso de ‘reacomodamiento’ del PJ. La palabra que cumple un rol fundamental es ‘Renovación’: una gran porción del peronismo cree que es inevitable ‘Renovar’ la dirigencia para reconquistar al ciudadano, y Beder Herrera es el exponente máximo de la Continuidad.
Al momento de redactar la presente columna (mediodía del Lunes) se está llevando a cabo una Reunión de Diputados convocada por Beder Herrera. En su calidad de Presidente del Partido, llamó a los dos Bloques peronistas para insistir –una vez más- con la reunificación del Bloque. Negándose a reconocer a Beder como ‘líder’ del PJ, muchos legisladores faltaron ‘con aviso’. Tres Diputados de gran peso dijeron que NO a la convocatoria de Beder: Mario Guzmán Soria, Jorge Basso y Alejandra Oviedo.
Dentro del Bloque Juan Domingo Perón existió un ‘operador’ del ex Gobernador que intentó convencer a sus compañeros de bancada que asistan a la Reunión, desoyendo a la Presidenta del Bloque. Se trata de Elio ‘Lelo’ Díaz Moreno. El gran dato para aportar es que Sergio Casas respaldó a Lelo, llamando –durante la jornada dominical- en tres oportunidades a la Diputada Chepeña para persuadirla de que cambie su postura. El arauqueño Ariel Leo, Rosana Tejada (Felipe Varela) y los chamicalenses Sergio Brizuela y Dora Rodríguez serían los cinco Diputados que acompañarán a Díaz Moreno en el almuerzo en la Residencia. Vale agendar esos nombres, porque –dependiendo lo que se defina en la Residencia- se podrían convertir en nuevos integrantes del Bloque Justicialista, Bloque presidido por Marcelo Del Moral.
Más allá de nombres propios y movimientos de último momento, queda claro que hoy el Peronismo Riojano se divide en dos grandes grupos: quienes siguen reconociendo a Beder Herrera como líder natural del espacio; y quienes piensan que el Bederismo debería desaparecer para darle lugar al Peronismo, comandado por el Gobernador Sergio Casas. “En Noviembre se cumplió un ciclo; como nunca antes, la sociedad le dijo NO a Beder Herrera, sino entendemos ese mensaje es inútil decir que estamos todos unidos siendo dominados por el último gran ‘perdedor’ de las elecciones”, disparó un histórico del PJ para luego concluir: “si no nos renovamos no va a existir una unidad sincera, algo tiene que cambiar”.
Esta vuelta a escena por parte de Luis Beder Herrera tiene como meta reinstalarse de cara a las elecciones del 2017, donde iría por una Senaduría Nacional para recuperarse del tropezón del 2015 y -con un triunfo- quedar consagrado como el candidato a la Gobernación en 2019. Ahora bien, cabe preguntarse si el ex Gobernador. gran perdedor del 2015, es el mejor candidato del peronismo para el 2017. En la primera ecuación, una nueva derrota en 2017 dejaría al Peronismo practicamente sin chances en 2019, dejando la ‘mesa servida’ para Julio Martínez. Una nueva derrota de Beder Herrera no sería perjudicial solo para el Bederismo, sino para todo el Peronismo.
Beder Herrera ya no tiene el poder que ostentó hasta Diciembre de 2015. El Poder lo dan las urnas y la voluntad popular lo repudió enérgicamente en dos oportunidades. Ese mismo poder que le quitó la ciudadanía, un par de timoratos dirigentes se lo quiere devolver poniendo al Bederismo por encima del Peronismo. El ciclo bederista terminó el año pasado, si se logra extenderlo con el escudo del PJ, se correrá el riesgo de que sea el Peronismo el que corra la misma suerte.
Quizás una elección Interna del PJ, en la que se pueda resolver esta dicotomía mediante una Lista alternativa al Bederismo, sea la única salida para comenzar a hablar seriamente de Unidad en el Peronismo. Por el momento, sin Interna, Beder Herrera sigue siendo el Presidente del Partido.
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