Está confirmado en un 99% que la fecha para las elecciones locales será el Domingo 11 de Junio. Teniendo en cuenta el calendario electoral nacional, durante la última semana de Junio vence el plazo para presentar las listas que competirán en las elecciones de Octubre para Senadores y Diputados Nacionales. Dicho correlato de fechas y plazos genera un nuevo desafío para el Peronismo riojano: ¿se podrá lograr la unidad de todos los sectores a menos de 15 días de las secuelas que deje la elección Provincial?.
En este mismo espacio te hemos anticipado que la estrategia del PJ riojano es partir el año electoral en dos: primero enfocarse en las elecciones provinciales, con el fin de –al menos- conservar 14 de las 18 bancas que se renuevan en siete Departamentos; y en la segunda mitad del año pensar la elección nacional. Se especulaba con que en la primera mitad de año, los distintos sectores del PJ jueguen por su lado, pero que para Octubre exista un compromiso de unidad respetando la decisión del Gobernador –Sergio Casas- y el Presidente del Partido –Luis Beder Herrera- en cuanto a la conformación de la lista que competirá contra Julio Martínez y/o Inés Brizuela y Doria.
Teniendo en cuenta las fechas que aquí te especificamos, será crucial determinar cuál va a ser el nivel de ‘agresión’ en Junio, para poder aventurar si será posible o no la Unidad del PJ en toda la provincia de cara a Octubre. Tomemos como ejemplo un Departamento: Chepes. En Junio Mario Guzmán Soria, Claudio Saúl y Alejandra Oviedo (con sus respectivos espacios) volverán a enfrentarse con el fin de que el PJ conserve las tres bancas que se renuevan en la Legislatura.
La metodología de la campaña de cada candidato será vital, no solo por lo que pueda pasar el 11J, sino pensando en lo que suceda días después del comicio. Si los distintos espacios se atacan despiadadamente, sin tapujos, y –como suele pasar- el ganador no se conforma con el triunfo sino que hace sentir a los perdedores la humillación de la derrota; será imposible pensar en que los tres referentes chepeños se sienten en la misma mesa junto a Beder y Casas para definir la lista de Octubre.
Consecuentemente, será un hecho que ‘no todos’ trabajarán codo a codo para las elecciones nacionales. El mismo esquema se repetirá en Villa Unión, donde solo debe reemplazarse nombres (Yamil Sarruff, Hugo Páez, Roxana Tejada y Oscar Chamía), pero la ecuación es la misma: división brutal para Junio es igual a imposibilidad de unidad en Octubre.
Para el Partido Justicialista se advierte un panorama aún más desalentador en Capital, donde el espacio que comanda el Intendente Alberto Paredes Urquiza ya se siente ‘fuera’ del PJ oficial, ya que no fueron tenidos en cuenta en la elección de autoridades del partido en Noviembre del 2016. Sin embargo, los ‘operadores’ del ex Gobernador no se resignan a ‘contar’ con APU para la segunda mitad del año: ‘sabe que para llegar a la Gobernación tiene que ser por el PJ, tiene que aprender de lo que le pasó al Gitano’, razonan y luego se esperanzan: ‘y para eso tiene que apoyarnos este año, sino le deja el camino abierto a Mashasha’.
Felipe vs el Gitano
Ultimamente en la política riojana la ‘práctica’ no se ha correspondido con la ‘teoría’: una cosa es el discurso que los dirigentes plantean en cuanto a la ‘Unidad’, y otra muy distinta es lo que pasa en la ‘realidad’ cotidiana. Hasta el Vicegobernador reconoció públicamente días atrás que “muchos hablan de Unidad y parece muy lindo, pero después no pasa eso en las acciones”. En este sentido, hay que decir que ambos espacios (paredismo y bederismo/casismo) esperan que la elección de Junio sea con una ‘campaña positiva’, donde cada sector muestre sus logros y no se empecine en mostrar los defectos del candidato a vencer. ‘Las críticas solo tienen que apuntar a FCR’, coinciden.
Para Junio el justicialismo tiene dos candidatos confirmados, que –por ahora- son los que se disputarán el mote de ser ‘el más votado’ dentro del peronismo (habrá alrededor de cinco listas justicialistas, y si FCR va con una sola boleta, se descuenta que –por la división del voto peronista- obtendrá más votos; aunque en la repartija de bancas la historia será distinta): Felipe Álvarez y Ricardo Quintela. Solo Tere Madera (su entorno asegura que piensa en Octubre y ‘no se bajará a jugar en Capital’) podría entrometerse en ese posible mano a mano entre el actual vice intendente y el ex Intendente capitalino.
Al retroceder en el tiempo y ver las experiencias de los últimos años, resulta difícil pensar que se respetará un acuerdo tácito de ‘no agresión’ entre esas listas. Ambos espacios saben que quedarse con la lista peronista más votada en 2017, los convierte en la alternativa natural para pelear contra FCR en 2019. ‘Si el peronismo no quiere perder la Provincia en 2019, quienes pierdan en el 2017 deberán encolumnarse detrás de los que ganen’, confió a RL uno de los candidatos en Junio.
Los candidatos peronistas deberán tener la madurez política necesaria para comprender que si bien tendrá enemigos circunstanciales en Junio, necesitará de esos mismos dirigentes y espacios que enfrentó y derrotó, para vencer a FCR en Octubre, y –sobre todo- para que el PJ no pierda el poder en 2019. En el manejo –correcto o incorrecto- de la ‘tentación’ de aniquilar al oponente para asegurar la victoria en Junio, se definirá la posibilidad de ‘contar con ese oponente’ encolumnado detrás suyo en el futuro cercano (Octubre) y lejano (2019). Si prima la campaña agresiva en el PJ y se cae en la tentación del ‘ataque despiadadao’, FCR ganará aún perdiendo en Junio; si prima una campaña positiva en el PJ, FCR perderá aún ganando en Junio.
Si los dirigentes peronistas riojano no comprenden –no solo discursivamente, sino en los hechos- que la única manera de vencer a Julio Martínez es tirando todos –absolutamente todos- para el mismo lado, la lucha en 2019 será en vano, Mashasha será invencible. Las campañas en Capital, Chepes y Villa Unión en Junio (donde habrá competencia entre distintos candidatos del PJ) nos servirá para determinar que espacio se quedará con la Gobernación en 2019. Si reinan las críticas y ataques despiadados, Mashasha se irá probando el traje; si el peronismo muestra madurez primando campañas positivas, el PJ tendrá dos años para decidir al sucesor de Casas.
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